Concurso "El bien y el mal" Te amaré hasta la muerte (Por Jassiel Villa Saavedra)

Hola chicos espero estéis todos preparados para esta maratón de relatos que durará 16 días.
Se que no hace falta decirlo porque todos somos adultos y conscientes de ello, pero aun así lo hago: que las opiniones y comentarios a cerca de los relatos participantes sean constructivos, de buen gusto y con respeto.
Una vez echada la charla, jejeje, solo me queda desearos un magnifico rato leyendo y que disfrutéis tanto como yo lo hice.

Pondré la lista de relatos en la cabecera del blog para que podáis leerlos todos según los vaya publicando.

Besos

Te Amare Hasta La Muerte (Jassiel Villa Saavedra)

Los días se me hacia tan cortos, todos los días pensaba en que me harían los Trogois, yo no entendía por qué no podíamos estar juntos Ross y yo, éramos perfecto uno para el otro, yo sé que no era exactamente alguien que “según nuestra sociedad” debería estar junto a ella, pero sin embargo ella me amaba tal y cual era, yo la amaba de igual forma y no podíamos evitar sentirlo, ni aunque me mataran vivo olvidaría todo lo que siento por ella
— ¿Qué ocurre?—pregunto Ross preocupada
—no es nada, solo estaba pensando que le debo a John—le mentí y ella me creyó muy fácilmente
—sí, tienes razón, pero amor—giro mi barbilla con sus tiernas manos—ya vendrá algo, lo presiento
Y en efecto algo se aproximaba, solo que no era John, era algo aun peor, desvié mi mirada de la de ella y mire por la ventana
— ¿es acaso que ya no me amas?
—No, eso jamás—le respondí instantáneamente
— ¿entonces qué es? Dímelo, ¿acaso no confías en mí?
Me acerque lentamente hacia ella y la bese muy tiernamente, ella respondió a mis caricias y la cargué en mis brazos con la mayor delicadeza que pude, ella me seguía besando y yo la seguía acariciando
—te amo tanto—susurro ella
Y entonces la recosté sobre la cama del cuarto y entonces cerré la puerta.
—¡¡¡No por favor no!!!, ¡¡¡no!!, no a él no, déjenlo, es solo un niño—las lagrimas brotaban como un nacimiento de agua de los ojos de mi madre
—entonces tu sufrirás por el—dijo el hombre obeso de tex mestiza que se acercaba con gran sigilosidad hacia ella y dejándome a mí a un lado del suelo, vi el rostro de mi madre, uno que jamás lo olvidare, veía el sufrimiento en sus ojos y le dolor que sentía por todo lo que había acontecido, mi padre estaba a un lado de mi madre cortado por la mitad y mi hermana se hallaba a pocos metro de mi o bueno solo los restos que los Trogois no había devorado, una lagrima broto de mis ojos y cerré mis ojos.
—Despierta, despierta—escuche una pequeña voz en mi interior—despierta Johnny, todo estará bien—no quería abrir los ojos y ver como moría mi madre, no quería. Los cerré con mucha fuerza, hasta que de pronto sentí unas tibias manos en mi rostro.
Abrí mis ojos de sopetón y ahí estaba Ross, preocupada por mí
—de nuevo esa pesadilla ¿verdad?
Moví mi cabeza de izquierda a derecha tratando de olvidar aquellos recuerdos y asentí
—sí, eso imagine por la forma en que te movías y por las cosas que decías
El día pasaba como de rayo por todo lo que tenía en mi mente, por las cosas que sabía que estaban por seguir, mi visión no era precisa, pero ya los había visto venir, de pronto sentí un gran escalofrió y los vi venir a gran velocidad, con un gran enojo y vi como el rey, el padre de Ross los enviaba y les decía que no tuviera piedad, abrí mis ojos y ahí estaba Ross a unos metro de mi
— ¡NO!—susurro
Ya había leído mi mente y ya sabía lo que vendría
—pero, ¿por qué?, ¿Cómo?
—No lo sé, no lo sé—le dije mientras pasaba mi mano por mi rostro y luego por mi cabello
—Te quiero mucho—le dije entre lagrimas a Ross, yo sabía que pronto vendrían por ambos, era inevitable lo que venía, moriríamos, pero aun así no me arrepentía de nada en absoluto, todo esto que había vivido había sido grandioso y no me arrepiento de haberlo hecho, aun aunque me maten los Trogois y lo hagan lentamente como se cuentan en las historias, ni aun así daría un paso a atrás
—yo también te amo y mucho—dijo entre lagrimas Ross, me abrazo muy fuertemente y nos dimos un último beso

Desde adentro de la casa podíamos escuchar las pisadas y ruidos de los Trogois, mis piernas temblaron y tome a Ross de la mano y la bese nuevamente, la bese como tanta pasión, tanta que me recordaba a la última noche que habíamos tenido intimidad, pero quería que ella supiera que morir junto a ella, sería un gran placer y no solo porque había hecho lo que había querido, no, era porque había vivido cada momento de mi vida al máximo tal como quería y eso, es algo que no se compra ni se vende.
Las pisadas se escucharon mas cerca, tome a Ross de la cintura y la abrase muy fuertemente frente a mí
—Te amo, te amo, te amo, nunca lo olvides—una lagrima rodó por mi rostro—quiero que sepas que me alegra tanto saber que tu eres el amor de mi vida y aunque no podamos vivir en paz, se que en la otra vida podremos estar juntos
—ohh Johnny, yo lo sé y créeme que tú has sido el único hombre en mi vida y no me arrepiento de nada en absoluto.
Mire sus ojos por última vez y su hermosa sonrisa, no pude evitar el llorar, el dolor que sentía era extraordinariamente grande y no podía aguantar todo este dolor en mi interior.
De pronto la puerta retumbo con los golpes de los Trogois, mire a Ross y cerré mis ojos a lo que nos aproximaba, la puerta no aguanto mucho y en menos de cómo mucho 3 minutos, la puerta cedió y cayó al suelo
—Pero mire quien está aquí—dijo Leandro, el jefe de los Trogois—la hija del rey con la rata miserable de Johnny
— ¡déjenos en paz!—le grite a todo pulmón
— Ohhh que pena que no pueda ayudarte rata inmunda, tu eres y serás una porquería por el resto de tu vida y no mereces siquiera vivir
— No se atreva a amenazarme que juro que lo matare
— Soltó una gran carcajada Leandro y voltio a ver a su ejército—Johnny, Johnny, Johnny ¿Qué no has aprendido la lección? ¿Qué ya olvidaste lo que le hacemos a los prisionero que van a Mounth?

De solo pensar en ese lugar, me daba nauseas y me revolvía el estomago, jamás olvidaría aquellos calamitosos días en Mounth, esa prisión que casi te mataba vivo. Trague saliva y lo mire a los ojos, en mi fuero interior gritaba por no irme a ese lugar, pero esta vez no escaparía y si moría, lo haría en el intento por ser feliz.
—no, no lo eh olvidado—le respondí muy firmemente, tratando de no demostrarle el temor que sentía
—Pues creo que no lo has entendido del todo—dijo en voz suave y burlona al mismo tiempo
Tenía tantas ganas de matarlo, pero sabía que no era el momento ni el lugar y que si lo hacía, moriría en tan solo unos escasos segundos
—Bruno—grito Leandro—escolta a la princesa Ross a su trasporte, mientras yo me encargo de esta rata
Unos Trogois se acercaron a ella y la tomaron, yo me avente sobre ellos, pero fue en vano, ellos me golpearon tan fuerte en la cabeza que termine en el suelo, solo veía algo borro y a alguien gritando
— ¡¡¡no!!!—grito Ross—déjenlo ir—grito con lagrimas en los ojos—por favor, no le hagan daño

Vi como trato de librarse de los Trogois, pero era en vano, vi como se la llevaron, dejándome a mí en ese cuarto obscuro y con ese hombre, mi cuerpo no resistió más el dolor y mire por última vez al maldito hombre que me había matado. Escuche los latidos de mi corazón detenerse poco a poco. En mi cabeza recorría imágenes de todo cuanto había vivido, de Ross, de aquellas noches que pasamos juntos, de las aventuras que tuvimos, de las bromas, de las personas que conocimos, me acorde de mama y papa y de cómo fueron asesinados cruelmente cuando solo tenía 7 años y de cómo despedazaron a mi hermana, tanto dolor acumulado en mi ser y en mi cuerpo, respire por última vez y entonces cerré los ojos para prepararme a una mejor vida, o eso era lo que yo esperaba.
Leandro tomo mi cuerpo y desenvaino su espada y la atravesó en mi cuerpo débil y entonces morí.
No sentía mi cuerpo, no sentí más dolor, solo escuchaba algo que me susurraba algo que no entendía, trate de abrir mis ojos con la mayor fuerza que tenia, pero no sucedía algo, mis cuerpo no reaccionaba a mis órdenes, era tal vez que, no era imposible, uno no puede vivir después de la muerte, bueno yo no era el tipo de hombre que creía eso, pero, entonces ¿en dónde estaba? De pronto mi cuerpo cobro fuerza y pude abrir los ojos, mire a mi alrededor, pero no había nada, todo estaba muy oscuro
Camine a paso veloz en la oscuridad que me abrumaba, miraba hacia todos lados, pero sin ningún resultado de saber dónde estaba el peligro, cerré mi puño con mucha fuerza a la espera de cualquier cosas que se viniera, mis piernas temblaron y cerré mis ojos por una milésima de segundo, cuando lo abrí, me di cuenta de que ya no me hallaba en aquel lugar de oscuridad, me hallaba en otro lugar, el cual desconocía, camine un poco por encima de la tierra húmeda, lo supe por la forma en que me hundía en ella.
En mi mente aun seguía sin entender porque era que no podía ser feliz con Ross, se que ella es una princesa pero aun así, tiene derecho a la felicidad, ella había sido obligada a casarse con alguien a quien ella odia. Creo que no es pecado que alguien encontrara su propia felicidad, pero como era claro su padre deseaba con tantas ansias el dinero que le provenía si Ross se casaba con Mauricio, pero ahora ya podría estar feliz, ya tenía todo lo que deseaba y lo que tanto anhelaba a su dinero. Me sentí muy mal, porque por mi culpa se había llevado a mi papa a la cárcel. Una lágrima rodó por mi rostro. Solo espero que este bien, si no jamás me lo perdonare. Mas lagrimas rodaron por mi rostro y no pude evitar el llanto. Mi mente se nublo, ya no pensaba en nada más que en Ross y en mi familia, ¿estarían bien? De cualquier forma jamás me perdonaría que algo les pasara a ellos y mucho menor que fuera por mi culpa.
Puse mi mano en mi pecho tratando de encontrar mi pulso pero parecía haberse esfumado por que no había más palpitados en mí. Trate de analizar la situación, pero no encontraba alguna razón por la cual estuviera así, era tal vez que estaba muerto. ¿Ya había considerado esa idea?
A mi mente llegaban de nuevo esos recuerdo de la muerte de mis padres y de todo el sufrimiento que había querido borrar con tantas ansias de mi mente, pero mis esfuerzos eran simplemente en vano, siempre por que cuando pensaba que lo había olvidado del todo, volvían a mi otra vez y peor de cómo se había ido. Sacudí mi cabeza tratando de alejar un poco eso pensamientos de mí y ahora concentrarme en buscar la salida.
Seguí caminando muy temeroso de lo que podría encontrarme, de pronto a lo lejos vi una pequeña luz, camine a paso rápido tratando de llegar a ella, de alguna forma inexplicable mis piernas corrían como un puma en su habitad natural, cuando me hube acercado mucho me detuve y mire antes de pasar, lo que había ahí era una gran sombra con una gran capa.
—La muerte—susurre para mis adentros
Ella dio un giro inesperado y me miro
—muy bienvenido Johnny, te eh estado esperando—dijo con una voz de ultra tumba y alzando su huesudo brazo
Yo la mire confundido y camine a paso lento hacia ella
—no tengas miedo, tu ya eres mi propiedad
La mire confundido y ella río suavemente
—así es, tu ya estás muerto
—pero…
—Ross está bien y también tu padre, pero tengo una misión para ti
__ ¿Qué tipo de misión?
__Déjame explicarte, porque esto es algo muy importante y si lo haces bien, muchas vidas se salvaran—me miro y continuo—incluso Ross
Yo la mire entusiasmado, mientras ella me explicaba su macabro plan.
Había echo el bien en todos los sentidos pero ahora seria el mal el que se adueñase de mi.