Concurso "El bien y el mal" Doble cara (Por Vicent Magraner Ripoll)

Continuamos con el siguiente concursante y recordar que las opiniones y comentarios a cerca de los relatos participantes sean constructivos, de buen gusto y con respeto.

En la cabecera del blog encontraréis el resto de relatos ya publicados.

Ahora a leer y disfrutar

Muchos besos

Aullido de pena (Vicent Magraner Ripoll)

Era una fría noche en la bella Italia, y la lluvia daba a la luna un aspecto precioso que la confundían con una farola inmensa.

Los pasos de Logan en el pasillo de la cárcel retumbaban en todas las celdas. Enfundado en su gabardina mojada por la lluvia pensaba que solo le faltaba el sombrero para ser el típico detective privado.
Pero no, él trabajaba para la CIA.
Ahora las cosas eran diferentes a antaño, antes había criminales que se volvían atrás y buscaban la ayuda de la policía. Ahora es hasta la CIA quién debe buscar entre la basura de la sociedad para encontrar a quién pueda ayudarles.
El tipo en cuestión esta vez era Vincent Trevor, conocido como el Asesino Internacional. Se calcula que su cuenta bancaria era mayor que la de EEUU. Había provocado los mayores asesinatos de la historia. Vincent Trevor era el único humano que por alguna extraña circunstancia, no podía morir.

Al entrar en la celda el trato fue rápido y fácil: La reducción de pena de estar constantemente atado en la cárcel a poder andar libremente por ella. El preso, con su mirada vacía aceptó con desgana.

El objetivo era Antón Trachio. El último cliente de Vincent, que en una inesperada insolvencia bancaria, no pudo pagar a Vincent, y tras encerrarse a sí mismo en su cámara acorazada mientras Vincent golpeaba la puerta furioso, llamó a la policía. Poco después se supo que Vincent nunca mató a su objetivo, el adversario en cuestión de negocios de Antón, y tampoco se pudo enchironarlo, sobornó a todo el jurado.
Ahora el famoso mafioso encargado de una tapadera perfecta de dueño de una cadena de motocicletas se había propasado. Había mandado asesinar de nuevo a su contrincante, pero tras la muerte de éste el costo de la operación al estado fue de noventa muertos civiles. El nuevo asesino de Antón utilizó una bomba.
Ahora el gobierno hizo lo que siempre hace: una operación encubierta fuera de lo legal para “neutralizar” al objetivo. Vincent se relamió mientras repetía una y otra vez la palabra.

Logan miraba a Vincent, embutido en unos simples vaqueros y una camisa blanca corta y pensaba si no tendría frío. Éste sin mediar palabra le dijo que nunca tenía frío, ni remordimientos. Era la persona más feliz del mundo.
-Y dime…¿qué tal es tener siglos de vida?
-Dime, ¿como crees que sienta que te responsabilicen de todos los grandes asesinatos? ¿Cómo crees que sienta ver morir a todos tus objetivo delante tuya?
-Logan no contestó y se dijo que el jodido bastardo era más viejo que su padre, y que o estaba loco o le mentía. Se le atribuían mas de cien asesinatos de internacional envergadura.

-Hemos llegado-La voz de Logan era cansada mientras miraba el alto edificio que les esperaba. “Instalaciones Trachio” era mas que bien conocida por su increíble seguridad. Por suerte el miembro de la CIA contaba con el mejor asesino del mundo-¿Como entramos?
-Simple, llamando a la puerta. Quiero un arma-La mirada de Vincent era fría ahora, incluso provocó un oscuro miedo en Logan que abría el maletero.
Al ver el asesino el arsenal cortesía de la CIA sonrió. Cogió una mera pistola, y le dio las gracias a Logan.
-¿Por qué?
-Dime cuántos policías le habrían dado una pistola al Asesino Internacional.
-Logan se sintió mejor, pues era cierto, si el recluso quisiese escapar ya habría llenado su cuerpo de balas.
Entraron, como bien dijo el preso, por la puerta, mientras tres balas en la sien dejaban constancia de su presencia en la corporación. Logan portaba un fusil automático de gran calibre y se sentía como un niño al lado del otro. Se le veía tan confiado que parecía hasta un paseo.
Al doblar una esquina se oyó un clic tras ellos y una granada cayó a los pies de Vincent. Logan no lo pensó dos veces y se lanzó sobre ella y mientras la cogía la lanzaba tras de sí y empujaba al asesino al suelo.
La explosión tras ellos vino seguida por una cortina de humo, y Vincent miraba confuso a Logan, que no dejaba de disparar su fusil al rastro de la granada. Debía haber unos cinco tiradores tras la bruma.
Vincent esperó, al igual que Logan, al lado de la puerta, pero este en cambio no disparó, y se limitó a mirar de donde provenían las balas. Al poco disparó, reduciendo la lluvia de plomo a la que estaban sometidos. Repitió el proceso cuatro veces mas ante la atónita mirada de Logan.
Siguieron su camino hacia las escaleras, ya que según Vincent, el ascensor sería el perfecto billete a la muerte.
Al llegar, el silencio era un delator cómplice, y Vincent dijo que él pasaría primero, pero que querría el chaleco antibalas del policía. Éste se lo dio y Vincent le dio las gracias de nuevo de una forma muy educada:
-Señor Logan, puede usted llegar a considerarse mi mejor compañero. Sólo espero que éste no sea nuestro último trabajo juntos.
El asesino echó a correr y al llegar al primer escalón éste cedió, pudiendo el asesino solamente sujetarse por el borde con una sola mano. De repente varios guardias de la corporación Trachio aparecieron, y le miraron, rodeando el agujero, mas una lluvia de plomo proveniente del escondido Logan les hizo caer al suelo inertes.
Logan echó a correr dejando su pesado fusil en el suelo y cogió la mano del asesino antes de que este cayese al vacío.
En esa posición, tan vulnerable, ocurrieron dos cosas.
Vincent no entendió el nuevo sentimiento que le corroía las entrañas. Ya habían entrado en el edificio ya no hacían falta sus servicios, podría perfectamente haberle dejado caer o esperar a que se izara solo, pero el formidable policía soltó su fusil para llegar cuánto antes a su lado. Vincent pensó en la palabra “amigo”.
El segundo echo que marcó la vida de Vincent fue ver una sombra tras Logan, y mientras daba un último salto para salir del agujero, vio como una bala traspasaba la pierna del policía.
En el aire disparó a tres de los guardias, pero dos apuntaban al policía, y por alguna extraña razón, Vincent no pudo más que mostrarse con las manos alzadas, y la pistola en el suelo.
Entonces apareció Antón Trachio, y la racionalidad del dolorido Logan acabó de coronarse en la locura.
Era exactamente igual a Vincent. Los mismos rasgos, la misma cara. Solamente una diferencia notable. Antón utilizaba una mera ballesta en lugar de la pistola.
-¡Hermanito! ¡Que de tiempo! Dime que ha sido de tu vida.
-Ya sabes, encerrado en una jodida cárcel porqué el jodido gilipollas de Rómulo no supo contenerse y tuvo que hacer una broma.
-Vamos Remo, sólo quería ver si eras tan buen asesino como se dice.
-No me llames así. Pagué por ti tres semanas. Ahora es tu turno-Y, bajo la confusión de Logan, Vincent sacó una ballesta igual que la de Antón.
Pero éste, ante la perspectiva de que iba a morir, dio un salto al lado y disparó la flecha hacia Logan. Éste, aprovechando que todos miraban el espectáculo disparó a los dos guardias restantes y no pudo esquivar la flecha.
Pero ocurrió algo que nadie esperaba.
Vincent se lanzó, y paró la flecha con su propio cuerpo. Logan creyó que no le ocurriría nada pero vio numeroso espasmos en su cuerpo.
Finalmente Vincent, en el suelo, disparó a Antón, en persecución, y dejó el mismo sello que en los guardias de la entrada. La flecha penetró su cráneo como una diana perfecta.
-Jodido madero…-Dijo entre sangre y tos Vincent.
-Vincent, ¿qué cojones ocurre aquí? ¿No eras inmortal?
-Veo que hasta al final, la mentira prevalecerá. Yo soy Remo, él era Rómulo. Somos los famosos hijos de la loba. Nosotros somos los reyes legítimos de Italia, por eso siempre estamos aquí. Hijos de la loba Luperca, lo que la leyenda no dice es que somos inmortales excepto por un solo objeto. Una flecha disparada por nuestra misma sangre. Nunca se creyó que nos volveríamos el uno contra el otro, pero Rómulo se volvió loco al morir su esposa allá en la antigua Roma. Entonces decidió matar a todos los grandes dirigentes como él, para que así el sexo femenino, que tanto daño le había hecho, sufriese lo mismo que él. Yo llegué a todos los asesinatos pocos segundos después de que ocurriesen. Imagínate que impotencia.
-Logan estaba atónito. Miró la flecha que sobresalía del estómago de Remo y preguntó:
-¿Por qué lo has hecho?
-¿Cuántos amigos crees que he tenido? Cuando conocía alguien que pudiese alejarme de Rómulo, éste acaba con…él…
-¿Remo?
-Logan, gracias por dejar en mi corazón una chispa de amistad y confianza. Gracias por todo y por favor, borra todo rastro del Asesino Internacional. Hasta él se merece un respiro allá a donde va-Y Remo, con una sonrisa en la boca, murió en los brazos de Logan.

Al día siguiente nade conocía nada sobre el Asesino Internacional. Finalmente se conoció el aspecto del famoso Antón Trachio, un hombre gordo. Murió por una bala en la sien.
Y Logan escribió un libro: La diferencia entre el bien y el mal, y como poder distinguirlos, en el que la introducción empezaba así:

“Muchas veces podremos creer algo que hemos oído y que es malo, y, en cambio otras, creeremos que algo malo es bueno porque todos lo ven así. Por ello los sentimientos son la base en la que debemos apoyarnos para descubrir que está bien y que está mal por nosotros mismos, porque las apariencias engañan, y tal vez creamos un ángel, un demonio."