Fotografia Irene Comendador
En un rincón de mi mente
Se desató la lucha interior cuando todo parecía tranquilo y sosegado. Allí en aquel rincón de la mente la batalla era vital, necesaria, lo que se jugaba era mucha vida, sangre y grandes cantidades de despropósitos. Ganaban los menos indicados. Tomaban primeras líneas las bestias de la oscuridad y el desanimo. Pero no me daría por vencida, era una guerrera y mi labor en este mundo era luchar hasta morir, morir siempre luchando. Cada golpe, estocada y azote sonaban como furia liberada dentro del armazón de mi pecho. Cada vez más débil y al tiempo ensalzado mí ímpetu. Alientos fallidos y jadeos hirientes mecían las brisas de los confines de mi mente. La eficacia de los tullidos nervios menguaba y perdían terreno. No dejaría que la guerra finalizara en rendición, atacaría con potencia, hasta perecer contemplando un horizonte de futuro incierto, luchando por alcanzar una vida mejor. La muerte no fue grata, ni valiente, ni nada; la muerte vino gozosa en manos de la enfermedad, mi terrible enemigo, perforando con ahínco la coraza de mi tórax compungido. Allí en un rincón de mi mente donde por desgracia, mi muerte había cobrado sentido.
Jack White
Lo que le hacía feliz
La cogió suavemente, su bien más preciado, la quería con toda su alma y jamás se separaría de ella. Alimentaba sus noches, colmaba de excitación sus días, susurraba en su oído produciéndole temblores y orgasmos astringidos; sus curvas lo volvían loco, quería morir con ella pegada a su pecho. Colgada de su cuello vibrando cerca de su entrepierna, pasaba dócilmente sus dedos por las finas líneas que poseía; la introducía notas hasta el punto de hacerle sudar por la fricción. Era suya y él de ella, se pertenecían y no quería nada más después de esto. Volvió a tocar en la fría noche sus cuerdas, el acorde que salió le hizo jadear audiblemente, no era su guitarra, era una extensión más de su cuerpo, su yo materializado, otro miembro, su alma convertida en instrumento.
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8 comentarios:
Brrr.... Maldito blogger. Decía que me parece más que indispensable las sesiones de chapa y pintura para los textos.
Tus relatos lo agradecen y tus lectores también. Además, al menos yo, no recuerdo estas historias.
Un beso, Igor.
Me ha encantado el de la guitarra... ¡Tiene tantas connotaciones fálicas y masturbatorias! Si no hubieses puesto la foto así lo habría pensado, pero al ver la guitarra de la foto, ya me has puesto sobre aviso! De todas formas, genial, como todo lo tuyo...
Vaya, que distintos, el fragor y la sangre, y el placer equívoco, la lucha y la paz, la oscuridad y la luz cegadora, etc...(tampoco voy a seguir poniendo contrarios, jejejej). Buena remasterización, me quedo con el segundo, el primero me gusta, pero me desola...
Un saludo :)
Siempre debe haber un rincón en la mente con la suficiente fuerza como para luchar contra la adversidad, a pesar de que, algunas veces, no se ganen las batallas.
También es importante encontrar algo que te haga feliz aunque sea una simple guitarra.
Dos relatos que nos transmiten sentimientos opuestos.
Un abrazo, Irene, me gusta mucho tu nombre.
Veo que te gusto lo que leíste en mi blog, lo cual me lleno de alegría, tu también tienes cosas interesantes, me pasare un día con más tiempo. Sí, quieres seguir la historia de mi novela " La vida de Juanin" la tengo publicada en librovirtual.com, solo tienes que poner el titulo y si quieres mi nombre María Margarita Carro Gonzalez, espero te siga gustando
Hola Irene, no sé si se tratan de los remasterizados o los originales pero han quedado muy bien.
Con el segundo entré ingenuamente pensando que se trataba de las curvas de una femme....y si...soy hombre 100% y solo pensamos en eso ja ja ja.
Te felicito, muy buenos los dos.
Besos.
Lo de remasterizados me gustó, pero más lo disfruté al leerlos.
El 2º me sonaba de haberlo leído antes, no sé.
Besos.
~Ade~
mi niña, que relato mas original. que bonito es escuchar una guitarra. Mi hermana peke latoca y es maravilloso y emocionante verla tocar.
Saludis vampi
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