Dejaremos un dia para poder leer estos dos ultimos relatos de hoy y mañana pondre la entrada de votaciones
Y ahora, continuamos con el siguiente concursante y recordar que las opiniones y comentarios a cerca de los relatos participantes sean constructivos, de buen gusto y con respeto.
En la cabecera del blog encontraréis el resto de relatos ya publicados, por si os habéis perdido alguno.
Ahora a leer y disfrutar
Muchos besos
Heylel (Michel Martinez Deb)
“Un mes de vida”, eso dijo mi médico, “un mes”. ¿Ahora qué hago?, tengo 36 años, un excelente trabajo, mucho dinero, mujeres, un bonito departamento, y un auto deportivo. Pero el vacío en mi alma es inconmensurable.
No siento nada, solo que no quiero morir, mis deseos de existir superan cualquier cosa, daría todo por seguir viviendo. Pero el miedo es grande, demasiado enorme, no quiero sentir los horribles dolores, la agonía, la pena, mi último aliento; ¿Cómo será?, ¿veré a Dios?, no lo sé.
Llevo dos semanas sin salir de casa, las cortinas cerradas, descolgué el teléfono, apagué mi celular, no tengo familia y mis amigos…bueno no tengo amigos. Duermo muchas horas seguidas, no me baño hace días y ya huelo a porqueriza. Por casualidad hace algunos meses compré una pistola de colección, una Luger Alemana de 1937, un arma con una historia oscura y triste.
Hoy sé que no fue casualidad, llegó a mis manos para cumplir su cometido; la usaré para acabar con mi vida. Llevo horas con ella en la mano, intento encontrar el valor perdido hace mucho, todo a mí alrededor está en penumbras.
Estoy solo, pero siento que muchos ojos me observan, alguien más está aquí. Tal vez es la locura próxima a la muerte, la adrenalina volando en mi cerebro. No siento mis manos ni mis piernas; (no estoy solo), lo siento, él está ahí, al otro lado, mirándome al final de la habitación.
Me mira fijamente, siento su mirada en la mía, ¿Cómo es posible?, mi departamento está virtualmente sellado, nada ni nadie puede entrar.
“Sé como te sientes”- me dice - “no es la mejor sensación del mundo” – su voz es profunda y cálida, como estar en la iglesia con un sacerdote, me da tranquilidad y confianza. Pero no dejo de pensar en cómo entro a mi casa. Da algunos pasos hacia mí, sus zapatos resuenan en el piso, distante a algunos metros, un rayo de luz se filtra por la cortina, iluminando parte de su rostro, es de tez blanca y rasgos finos pero a la vez duros.
“Tienes miedo y no quieres morir”- un escalofrió recorre mi espalda – “te conozco hace mucho, he seguido tu vida con mucho interés, tu personalidad y forma de ser me pueden ser muy útiles. Disculpa mis modales, no acostumbro a hablar con muchas personas, mi nombre es Heylel”.
Heylel, conozco ese nombre, no recuerdo donde, algo en lo más profundo de mí ser me inquieta.
Mi garganta está seca y mi corazón se me sale del pecho. Saco la voz y trato de hablar –“Que bonito nombre; extranjero obviamente, disculpa mi indiscreción, pero ¿Qué haces aquí?, no recuerdo haberte invitado y no sé quién eres. Te lo advierto, tengo un arma y no dudare en usarla, así que explícate o te largas” – siento su mirada y una pequeña sonrisa asoma en su rostro, dejando ver parte de sus dientes – “Tan directo y osado, me gusta, te servirá de mucho en lo que te vengo a proponer… Alex” – Sabe mi nombre¡!… ¿Quién es este tipo?, ya esto no es un juego o una pesadilla, realmente estoy asustado. ¿Pero de qué?, hasta hace unos momentos iba a suicidarme, si este tipo viene a matarme me hará un favor, pero el miedo recorre mi cuerpo, en el fondo no quiero morir.
“¿Qué me puedes proponer?, acaso no sabes que estoy prácticamente muerto” – saco fuerzas de flaqueza para no parecer aterrorizado – “supongo que no vienes a ofrecerme un seguro, sería muy mal cliente”.- Una risotada sale de su boca, al parecer mi sarcasmo le hizo gracia.
“No vengo a venderte nada, lo que ofrezco es algo que muy pocos han tenido el honor y la valentía de aceptar. Muy pocos en la historia han estado en tu lugar. Para muchos podría ser una maldición, para otros un regalo, depende del prisma por el cual se mire”.
Ahora estoy intrigado, ¿Está realmente pasando esto?, me siento en un mundo surrealista, como en un sueño. – “Puede que no me creas ahora, o que nunca lo hagas, dependes de lo que vulgarmente llaman fe, si es que la tienes” -.
Mis manos tiemblan y el arma cae al suelo dando un sonido fuerte y seco, él la mira caer pero no se mueve.
“Lo que te ofrezco Alex, es darte muchos años mas de vida y mucho más poder del que alguna vez soñaste” – “nunca te faltará nada y nadie te tocará, te doy 60 años de plenitud”.
Santo cielo¡¡ ¿Quién es él?, no sé porque pero le creo, lo que me dice es verdad, lo sé. Sus ojos me miran fijamente, quiere mi respuesta. Pero acosta de qué, ¿Qué quiere a cambio? – “muy tentadora tu oferta Heylel, supongo que ahora me pedirás mi número del banco y mi tarjeta de crédito, me darás una cura milagrosa mientras yo muero y tú te haces rico” – me mira y dice – “esto no es una broma, un chiste o como quieras llamarlo; decide ya!… mueres o ves a tus nietos crecer”.
Mi rabia ya es patente – “Y a cambio de que, ¿mi alma?, ¿mi cuerpo?, ¡que mierda quieres¡¡” – sus ojos brillan – “Eso es lo que quiero Alex, la decisión, la fuerza y la pasión, eso necesito, esas son las cualidades que me gustan de ti” – “sabes Alex, estoy cansado, he hecho mi trabajo por mucho tiempo, y eso es lo que deseo, TIEMPO”.
“Quiero que seas mi mano y mi palabra, que hagas cualquier cosa que te pida, matar a quien te ordene y llevar mis mensajes, prometo que nadie podrá tocarte”.-”Sabes que digo la verdad, puedes sentirlo, tu alma y corazón te lo dicen”.
Le creo, además es mi única chance. “Está bien, acepto lo que me dices, es la única oportunidad que me han dado y te creo Heylel, ¿Cuándo comienzo?” – Una sonrisa de satisfacción corre por su rostro… está hecho.
Ahora analizo todo en perspectiva, su nombre me era familiar y mucho. Heylel en hebreo antiguo significa “Portador de Luz”…“Lucifer”.
4 comentarios:
El tipo está en donde se le necesita, ¿no es cierto? ja,ja
Muy bueno tu relato.
Saludos y suerte
Lástima que se acabe, queda corto, después de la buena introducción y de plantear dudas, cachis se acaba, buen relato. Lo que me gusta es ese planteamineto de: Dios te reclama, Lucifer te da la vida...juas, juas, brutal.
Un saludo
Juanjo
En este relato, titulado “HEYLEL”, su autor MICHAEL MARTINEZ DEB nos presenta a ALEX, un joven como otro cualquiera, de 36 años, con un importante trabajo del que obtiene éxito, dinero y rconocimiento, mujeres sin compromiso, una vida fácil y resuelta… todo se puede desvanecer por esa enfemedad congénita que todos tenemos desde que nacemos, la muerte… más aún cuando ésta tiene fecha y está tasada: dentro de un mes morirás, fue la sentencia tajante del médico… ¿Qué haríamos nosotros en este caso? Siempre se ha dicho, en los libros de autoayuda y testimonios de enfermos que se aprende a valorar más el momento presente, que uno se vuelve más humano, más filántropo, más cariñoso, algunos se abrazan a la fe perdida… pero ¿y si alguien tomara radicalmente el camino contrario? Al final de la desesperanza más absoluta… ¿Qué nuevo nubarrón nos espera? La respuesta del relato es turbadora e inquietante…
La reseña de este relato con foto y de todos los demás en:
http://homografiagay.blogspot.com/p/comic.html
Hay una cosa que a veces me pregunto. ¿Realmente actuamos con tanta tranquilidad y sangre fria cuando, un buen día se nos presenta el mismísimo diablo a charlar con nosotros amistosamente? yo es que creo que saldría corriendo, jejeje.
El relato ha sido muy bueno, siempre con ese planteamiento de elegir entre el bien y el mal para beneficio propio.
Me ha gustado.
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