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jueves, 28 de octubre de 2010

Terror en el pecado de la carne

ADVERTENCIA  contine escenas de caracter sexual, vocabulario para adultos y situaciones violentamente fuertes, abtenganse de leer las personas que puedan herir su sensibilidad.





Terror en el pecado de la carne
(By Irene Comendador)



Y si la vida empezaba a sonreírme ahora que al fin podía mirar a la cara a mi querida madre. Durante todos mis años había sentido una congoja y un sentimiento de culpa terrible adueñarse de mis entrañas, ese dolor de haber defraudado a mi progenitor, haciendo que en ningún momento se sintiera orgulloso de mi, un chico fuerte y de facciones duras, una genética estoica y que se había cruzado de acera como el solía dejar ver en sus chistes malos sobre homosexuales.

Y ahora debía mi cambio de vida a su muerte, a que mi padre ya no estuviese en nuestras vidas. ¿Por qué no hable antes? ¿Debí haberlo echo?
No se, pero de lo que si estuve siempre seguro es de que le hubiese defraudado aun mas, si sus sospechas al fin eran corroboradas en una de nuestras conversaciones.

Mi madre me había pedido no abandonarla, ella temía que mi nueva vida fuera a ser promiscua, que me dedicara a tener relaciones con diversos hombres, sin poner atención a la familia, el trabajo, y sobre todas las cosas la salud.
Pero ese no había sido ni seria mi modo de actuar, así que accedí a seguir viviendo en su casa, aunque para ello tuviera que reprimir mis más oscuros instintos.

Una nueva ola de calor azotaba los Ángeles, y como siempre que esto pasaba las hormonas estaban en ebullición. Un compañero de clase de periodismo, que era la carrera que estaba a punto de concluir este año, me había hablado de un nuevo sitio en el que podías pasar un buen rato. No me gustaban esos encuentros esporádicos y banales, pero al no poder llevarme a mis conquistas a casa de mi madre, solo por puro respeto hacia ella claro, hacia que mi vida sexual fuese muy escasa. Así que decidí que quizás una visita rápida, solo para comprobar a que se refería mi compañero y si en verdad como contaban las malas lenguas era tan buena experiencia, decidí visitar aquel baño turco ese mismo fin de semana.

Estaba muy nervioso, me repetía mentalmente que solo seria ir, ver, mirar y volver sobre mis pasos, con la clara intención de aplacar mi curiosidad, pero sin embargo me sorprendí tardándome mas de tres cuartos de hora, decidiendo frente al espejo que ropa interior ponerme, sencillamente estupido era mi comportamiento, aunque ya tenia decidido hacerlo así que no me retractaría y lo haría.

La hora había llegado y no quise que mi compañero me acompañara, el no era tan cauto o prudente como yo, y de seguro me hacia quedar en ridículo delante de cualquier extraño, haciendo que saliera como una exhalación de un local abarrotado de gente.

Inspire todo el aire que podrían mis pulmones adquirir, y apretando el pomo de la puerta con mucha fuerza, tire de ella hacia mí para poder entrar a un hall demasiado cursi para mi gusto. Que manía tenían este tipo de sitios, en poner luces rosas de prostíbulo, con neones de esos que si llevabas calzoncillos blancos se te transparentaban a través del pantalón. Para mi gusto no había nada menos erótico que eso.

Un chico de cara infantil y unos ojos azules perfectos, me dio la bienvenida al local, y me enseño un catalogo con los servicios que ofrecían, para después indicarme donde estaba la entrada al bar y poderme relajar según el tomando algo. Incluso le vi con el rabillo guiñarme un ojo antes de encaminarme por donde me había indicado.

El bar era muy oscuro, tanto que costaba poder coger la copa que tenias en frente, y además olía a una mezcla de tabaco y colonias masculinas de muy mala calidad, sintiéndose así un ambiente algo nauseabundo. Pero intente borrar las malas vibraciones de mi cabeza, no por ello había decidido conceder al sitio algo de margen, antes de descartarlo por completo.

Se me acercaron dos o tres hombres, para mi gusto demasiado mayores, y muy educadamente después de unas conversaciones banales les largué con delicadeza.

Y después de una hora y media, en la que me debatía si volver a mi casa o al fin darme un baño en las zonas comunes a ver que caía por allí, un chaval que no aparentaba tener mas edad que yo, se acerco a mi y me dedico una gran sonrisa torcida.

_ Hola, ¿podría sentarme contigo un momento?_ dijo todavía sonriendo

_ Si claro_ dije haciéndole sitio en la parte del sillón mas pequeña_ Mi nombre es Claude_ seguí, tendiéndole la mano

_ Víctor_ contesto apretando mi palma con deliberada dulzura

La conversación fue escasa, y las miradas intensas, definitivamente había encontrado un buen candidato para probar los baños de los privados, y una ola de ilusión volvió a recorrerme el estomago. Llevaba así como unos tres meses sin mantener relaciones con nadie, y encima el último había sido un vecino que ni con mucho era un buen amante.

Sin casi mediar palabra me condujo hacia la zona mas apartada del bar y la más oscura también y con esa incertidumbre ya mi libido estaba a flor de piel.

Una puerta en aquella zona se abrió, dejándonos ver una pequeña habitación insonorizada y muy mal decorada, con una enorme cama en medio y dos sillones a los lados, uno más grande que el otro, con forma de divanes, esos que usan los loqueros en sus consultas. En las mesillas unas lamparitas de tulipa roja hacían que la habitación diera mas grima aun de lo que ya lo hacia, pero intente no poner atención a pequeñeces como esas. Estaba para pasar un buen rato con aquel chico tan guapo y eso era en lo único que me permitiría pensar a partir de ahora.

No tardo ni dos segundos en cerrar la puerta a sus espaldas cuando ya su boca había apresado la mía con violencia, y me gustaba ese tipo de contacto, el sexo desenfrenado me hacia sacar el animal que llevaba dentro y por circunstancias de la vida no podía sacarle las veces que así me apetecía.

De un empujón en el pecho me postro en la cama, y aunque dolió solo pude soltar una carcajada de anticipación. Ya no hacían falta las presentaciones, las conversaciones o las palabras sin sentido, ahora solo seriamos dos hombres tomando nuestros cuerpos a la fuerza, para sucumbir a los orgasmos más bestiales.

Me senté en la cama y le atraje hacia mi con las manos en su cintura y el se estremeció por el contacto, dejando en el aire un jadeo que me hizo estar empalmado al instante. Su boca violo literalmente la mía, con succiones certeras y fuertes, que me hacían recordar lo que esos gruesos labios harían después en otras zonas de mi cuerpo.

Mis manos no podían dejar de desnudar impacientemente todo su cuerpo, dejándole completamente expuesto a mis ojos y pudiendo así comprobar que era un maldito culto al cuerpo, un dios heleno que no me dejaba introducir aire en mis pulmones, contraídos por tremendo ser.

Yo era bastante mas grande que el, y aun así no tubo dificultad para quitarme la ropa de un tirón, oyendo como alguna que otra costura se rompía en el camino, y acto seguido me dio la vuelta sobre mi mismo, dejando mis posaderas a su merced. No espero a que me acostumbrara a su grosor, introdujo su enorme miembro en mi interior y no pude mas que gritar del dolor, pero no me queje, le deje hacer, porque sabia que esto era una sesión de algo que llevaba buscando desde hacia tiempo, así que acataría todas y cada una de las pruebas que se me presentaran. Lo note frío, tan frío que no sabía si se había embadurnado alguna sustancia que provocara ese tipo de frescor dentro de mí.

Mi cuerpo se resistía aun a dejarlo entrar por completo, pero los jadeos de dolor y placer se mezclaban como en una sinfonía gris a nuestro alrededor. Hasta que por fin las envestidas dejaron de ser dañinas para mostrarme una cara adictiva a esta manera de sexo expuesto.

Intente acariciarlo en un par de ocasiones, y sus manos me lo impidieron dándome manotazos en respuesta. No me importo, de todas maneras no me iba a casar con el ¿no?

Y cuando podía ya saborear el anhelado orgasmo recorriendo mi cuerpo, el muy cabrón saco su sexo de mi, dejándome insatisfecho. Pero algo sucedió, un dolor punzante ocupo esa zona, algo atroz y delirante.

Solté el mayor grito que mi garganta había expedido en toda mi maldita vida y retorciéndome, intente mirar el porque de dicho desgarro. Víctor tenia la mirada perdida, sus ojos habían cambiado a un color negro sobrenatural, y su sonrisa ya no era de placer por el sexo, si no de enajenación y delirio. Sus manos sujetaban algo que no supe en primer momento que era, un artilugio que sin ver su tamaño completo vi que arrastrando toda la carne de mi trasero, sacaba con lentitud, desgarrándome por dentro y haciéndome casi desmayar.

Las sabanas se tornaron negras, chorreantes de líquidos que salían sin permiso de mi cuerpo ahora mutilado.

La puerta se abrió y sin poderlo sopesar, me levante como pude e intente salir corriendo por ella, llevándome a una mujer menuda por delante. Desnudo, y con el dolor del desangro chorreando por mis piernas corrí hasta la entrada, sorprendiéndome de que no hubiese nadie en el local. ¿Como podía ser? No habíamos pasado más de un cuarto de hora en aquella habitación, ¿Dónde se habían metido todos los clientes?

Al llegar hasta la puerta, zarandee en el pomo con todas mis fuerzas ansiando salir al exterior, pero esta hacia caso omiso a mis fuerzas, cerrada de seguro con llave. Mire para todos lados y cuando centre la vista en la entrada del bar, por donde había salido, vi como aquel hijo de puta venia hacia mi, desnudo y ensangrentado, envuelto en mi propia sangre, la que el me había provocado, y detrás a escasos pasos la chica que parecía tener los mismos ojos que el, una escena inverosímil y grotesca.

Al no encontrar salida por la puerta principal, pensé en buscar otra en la parte trasera, así que corriendo por un pasillo pegado a la recepción, fui perdiendo mi sangre a borbotones y cada vez me sentía más endeble y debilitado. Llegue hasta unas piscinas en las que tampoco había nadie, y me afanaba en gritar como loco que alguien me socorriera, pero al parecer las únicas personas que había en el maldito local, era aquellas que me perseguían con la clara intención de terminar con mi vida.

Al meterme a la piscina el agua se tiño de rojo y un escozor inaguantable se adueño de mi baja espalda, como si millones de alfileres me atravesaran la piel y los órganos internos.

Un calor seco me abofeteo la cara al salir del agua e introducirme en otra de las estancias. Una sauna, pensé, y creí desfallecer a causa de comprobar que no tenía salida. Mire en la dirección de mis perseguidores y cada vez estaban mas cerca, hablándome calmadamente.

_ Será mejor que dejes de correr Claude, de todos modos no te servirá de nada. Has venido aquí para estar conmigo y eso será justo lo que conseguirás_ decía Víctor con un tono de voz terrorífico y escalofriante

_ ¿Qué queréis de mi? ¿Por qué me haces esto?_ conteste a punto de sentir mi mente desfallecer

_ No es obvio, por hambre, hambre de varias cosas, primero de tu cuerpo, y después de tu sangre mi querido Claude_

Y ya no pude mas, cogí uno de los bancos que reposaban en la sauna y di un golpe al cristal de esta haciendo que todos los trozos salieran despedidos. Pero antes de poderme lanzar por ella, para dar a otra de las habitaciones del local, una mano fría y dura me agarro del cabello y me tiro hacia el otro lado de la sala, haciendo que mi cuerpo roto chocara violentamente contra las tablas de madera de las paredes.

Se agacho delante mío y cogiendo uno de los cristales del suelo, empezó a pasarlo por mis brazos, rasgando la piel, huyendo mi carne del contacto de la cuchilla y el dolor, y después por mis piernas, haciendo lo mismo con espasmos y convulsiones. Notaba ya la perdida del conocimiento cuando una bofetada me sobresalto.

_ No te desmayes, te perderás lo mejor_ dijo riendo

Y la chica menuda se acerco a mí y empezó a oler cerca de mi piel, agachando cada vez mas su rostro sobre mi cuerpo, hasta que posiciono su cara en mi entrepierna, y allí quise morir, ¡¡Esta maldita hija de puta, abrió su boca y de un solo bocado arranco mi miembro!!.

Otra bofetada me sobresalto, y estaba rodeado por un charco de sangre, uno que al parece había creado yo.

¿Cuánto podía un corazón, y una mente aguantar sin sangre en el cuerpo?

Y los dos asesinos que me acompañaban se tiraron sobre mí en ese preciso momento que había recuperado la razón, aunque antes me regalo algo que ahora después de muerto todavía recuerdo.

_ Tu padre te manda saludos Claude_


************************************

Espero les haya gustado
no se olviden dejarme unas palabritas
Siempre con vosotros

Irene

23 comentarios:

J.P. Alexander dijo...

Guay mujer me dejaste sin palabras la historia es dura pero genial y te quedas con gans de saber que ocurria ojala hagas una segunda parte un beso mi Irene

KaRoL ScAnDiu dijo...

Te diré lo que de mi boca salió en cuanto terminé de leer:
¡¡¡LA HOSTIA PUTA, JODER!!!
siento los tacos mi Iree, pero después de leer eso no pude pensar en nada más.
Vamos, que nunca he visitado un baño turco, pero no lo haré en mi puta vida.... jajajaj...

¿y esos que eran? ¿vampiros, zombies, muertos, cabrones y punto? Y el cabróm de su padre hasta despues de muerte dando por saco...

te quedó geniaaaaaalllll;D Lo adoré, pero no me dices para que concurso es, porque si hay que votar, para allá que voy....

te quiero, siempre;D

Explorador dijo...

Que relato más crudo, ese final es enigmático. Supongo que un día de Halloween y demás, estos cuentos tienen un punto ;)

Un saludo.

..*D!¡ana: dijo...

..wow, señor, mi linda Irene que cosas crea tu cabesilla, esto esta muy crudo, interesante, violento y hay no se pero sigue porque dios!!! quede muy intrigada con este relato que de seguro tendra exito porque yo quede engatusada, asi que publica pronto que quiero saber quienes eran esos canibales y que le pasa al pobre de Claude..

Cuidate&besillos...
Att:..*D!¡ana

Igor dijo...

Bueno, te has atrevido a navegar por aguas muy revueltas. El relato engaña, y eso me ha gustado, para nada me esperaba este final truculento como pocos. Joé, que mi cuerpo acaba de perder dos grados de temperatura.
Un saludo.

José Antonio (Joanimiko) dijo...

Festín a lo Irene Comendador. Sin duda en tus escritos destellan unas ganas de ser devorada por el amor, un amor que cuando no es verdadero, nos corroe, nos mata, nos devora.
La chica del final me asusta, ¿qué más nos quieren comer? ¿Qué más nos quieren hacer desaparecer?
Quiero felicitarte porque has creado imágenes en mi cabeza, me has trasladado a otro lugar y me ha encantado.
Un fuerte beso y seguiremos devorando tus escritos.

Anónimo dijo...

Mucha dureza, una mente muy retorcida, me gusta :) Bastante adaptado a Halloween en la línea de historias retorcidas modernas que están tan en voga.

Por cierto, alguien en el "sobre mí" de mi blog te ha dejado alguna indicacion sobre como seguir los posts; yo no he entendido nada, pero igual tú si lo entiendes..

Unknown dijo...

IRENE,cariño, cuánto te agradezco tu comentario... ¡ Me animas! Yo no sé si vale o no lo que escribo: es lo que palpo, vivo y es cierto y tan cierto, que podría dar nombres, fechas y hechos y "porqués"...Todo se sabrá cuando remedio no haya: ¡Triste! Después de esccrito, desaparece de mí memoria...Sufro por todos y cada día quiero más...
Renuncio a escribir y una fuerza me lleva y sale sin mucho esfuerzo , tal vez algo turbio,
pero creo que si no se entiende resuena dentro...Perdóname..Un beso.

Javier Muñiz dijo...

Hola talento, el suspense...el pánico...es total si,enganchado me quedé....muchas gracias,eres un encanto sublime, pasa buena tarde, besos.

anuar bolaños dijo...

TRASLUZ


Un impulso lastimero me jala
hacia las lámparas rucias de tus senos.
Tu escote es mi trinchera.

Bajo la mesa
mis ojos recorren
el camino de tus piernas desnudas
hasta la noche
que en tu pubis duerme,
me pierdo en tu entrepierna con suspicacia.

Ay mi niña,
nada más asfixiante en la vida
que tu cruzada de piernas.

Me vuelvo brisa para alcanzar
el origen de tus pasiones,
y al instante
soy avasallado por tu aroma carcelero,
placer que me agita y desgasta.

Ah los rincones de tu piel...




anuar bolaños.

αṉģÿÿ dijo...

¡Hola amiga! Pasé para saludarte y decirte feliz finde...... Tienes un premio especial en mi blog,espero q te gusta-besos-te quiero mucho.
Angy((Out of the Blue))

http://checktheseblueskiesout.blogspot.com/2010/10/premios-especial-de-halloween.html

Unknown dijo...

Es buenísimo Irene, como ya te había comentado en su momento. Lo siento mucho por tus contrincantes.

Claro que, ahora que me doy cuenta... yo soy uno de tus contrincantes... Dios mío!... qué haces?... Viene a por mí... Viene a por mí... Socorro!!.... AAAAAAAAAAAAGGGGGGHH!!!

^v--^v-----^---V\_______________________.

Javier Muñiz dijo...

Hola Irene preciosa, regesé porque el destino hizo que te encontrara en un blogg por donde pasaste y dejaste mi nombre en tu mensaje...que bello, yo andaba contestando visitas pendientes...era en el de anuar bolaños, que placer encontrarte allí, en si que placer sería encontrarte siempre....que inmensa palabras, siempre...pasa buen sábado, gracias, besos.

Alexander Camelot dijo...

Amiga Irene, siempre es un placer leerte..

Vive feliz hoy, porque no sabes que será mañana.
Vive feliz, sí, porque al mal tiempo buena cara.
Vive feliz, sí, con los demás.
Disfruta de su compañía, no sabes si en el futuro la tendrás.
Vive feliz, sí, aunque todo salga mal,
Mantén el positivismo, pronto todo se resolverá.
Vive feliz, sí, ama, ríe, llora, sonríe...
¡SE FELIZ!

SÍ, SE FELIZ ESTE FIN DE SEMANA Y TODOS LOS DÍAS DE TU VIDA..

UN FUERTE ABRAZO:

ALEXANDER♥

Unknown dijo...

Hola mi chica tierna como siempre deleintadonos con tus fabulosos escritos,ya estoy de vuelta en casita y conmuchas ganas de copmpartir experiencias vividas en este periplo,pues nada te dejo un beso y un abrazo y que pases un feliz fin de semana,Lazaro.

Langoliero dijo...

Tenemos algo en común, nos encantan el género terror.

Besitos grandes!

Te sigo.

Adela/Mariola (SokAly) dijo...

Lo leí en el trabajo y me quedé muerta.

Me impactaste por varios motivos: por el contenido sexual, porque el prota fuese gay y porque no conocía esa faceta tuya tan sanguinaria (con lo dulce que parecías y que engañada me has tenido, en fin, tomo nota para portarme siempre bien contigo, jeje).

Joder Irene, como me gustó.

¿Y se puede saber para qué concurso es? Yo quiero votarte.

Besos y mañana me leo a mi sicario.

~Ade~

INFECTADO CERO dijo...

Esto ha sido fantástico, Irene. Ha sido genial, ha sido crudo, ha sido expectacular. Un final inesperado y aterrador que yo creo que nadie esperaba. Su propio padre... Este relato, ten por seguro que si lo hubieses presentado a algún concurso lo hubieses ganado con creces. Estoy conmocionada, pero de admiración. Eres muy buena, Irene Monroe. Besos mil millones, preciosidad
INFECTADA-X

Erzengel dijo...

Dios!!!!!!!!!
Vamos, Irene! quieres darme un infarto?????

Was!!!!!! me has dejado O.O

Simplemente maravilloso...

ahora intentaré reacomodar mi respiración y seguir con mis lecturas.

Besotes!

laqua dijo...

Irene, me dejaste con la boca abierta literalmente...
ME FASCINÓ TU RELATO. Crudo, violento, de final inesperado, escrito con las tripas. ME ENCANTÓ.
Ahhh, sí, este relato con creces hizo feliz a mi parte retorcida...
Y ahora, a lo nuestro. Dime, dear, ¿cómo hace una persona tal dulce como vos para escribir algo así? Caramba con la Irenilla, jijijii.
Felicitaciones de todo corazón.

Anónimo dijo...

Muy bueno irene, violento y duro. grosa !!!

Anónimo dijo...

Soy lucas

Irene Comendador dijo...

Gracias Lucas, me alegra que te haya gustado, un beso y encantada que disfrutes de la lectura XDD