Momentos de placer gratuito

Momentos de placer gratuito

Las prisas recorrieron mis venas, la celeridad del torrente sanguíneo de mi cuerpo no apaciguaría hasta alcanzar la paz y la tranquilidad que eran el llegar a mi hogar.

El día de trabajo extremo, con miradas urgentes y expresiones expectantes, casi ofensivas, me habían acompañado desde el comienzo de la luz matutina.

Mis piernas ya hastiadas y carentes de fuerza, eran meros apéndices desplazados únicamente por la unión que el pellejo otorgaba y las manos rotas y doloridas, con dedos callosos, me daban los poco gratificantes espasmos y entumecimientos que tanto conocía.

Pero al pisar el gris pavimento de la acera postrada a la entrada del edificio de mi tortura diaria, se me hubieron descargado sensaciones de aturdimiento sensorial.

Incluso el largo y cansino viaje en transporte publico que me esperaba, bañada como maraña en olores y emanaciones humanas, que a esta hora de la noche siempre cargaban el ambiente, no hacían que una mueca de total felicidad se apartara de las comisuras de mi boca.

Pronto la recompensa del día estaría presente en mí, ya podía casi saborearlo como algo lejano pero veraz.

Camine por inercia, como burro ciego siguiendo su mismo rutinario camino, por toda la avenida, intentando no pensar en lo acontecido en las horas pasadas, esos pensamientos serian volver a percibir el agotamiento de nuevo, ya a mi vuelta lidiaría con resolver los problemas que de seguro se presentarían.

Introducir la llave en la cerradura, cerrar la puerta a mis espaldas y soltar mi pesada carga en el suelo, solo hizo que mi cuerpo y cansancio, quedaran allí, en el piso con el resto de mis pertenencias.

Y parecía no menos que mi alma libre volara por la estancia, despojándose de la ropa molesta y sudada.

El agua de la ducha me abrazaba suavemente la piel, resbalaba como plumas, dando el calor que el día me había arrebatado.

Limpia, fresca y realmente reconfortada, como si me hubiese desecho de kilos y kilos de peso horrendo y desagradable, que venia cargando desde hacia ya siglos.

El pijama se sentía bien, mejor que eso, era puro algodón acariciando mi cuerpo desecho.

Unos calcetines mullidos y al tiempo carentes de peso, que sujetaban mis pies como manos protectoras para mis heridas.

Baje a la planta baja y me prepare con mas prisa de la que requería el momento, un chocolate caliente.

El sonido ya me lo había avisado, pero mirando por el ventanal vi con sorpresa gotas como garbanzos, chirriaban y aporreaban los cristales, las tormentas de verano eran impredecibles, pero alzando la cabeza teatralmente, agradecí al cielo no haberla adelantado, para que a mi pobre persona le hubiese dado tiempo a estar a cubierto, bajo el abrigo de mi morada.

Una almohada en los lumbares, una pequeña luz apuntando mis rodillas y el estar al lado del moteado cristal, por la parte seca, hacia que un escalofrío gratificante me destensara todos los músculos del cuerpo.

Cogí mi voluminoso libro, tome un trago cauteloso de mi taza tamaño extra de chocolate y sintiendo como mi lengua me recriminaba el haberla dejado casi pelada, no pude mas que sonreír.

El liquido azucarado bajo por mi garganta, calentando cada centímetro en su descenso.
Y así me desplome, con la mayor recompensa, el mejor de los placeres, la más arrebatadora de las sensaciones y por supuesto el más barato de los lujos, que era el fin de un día de trabajo, con tu libro favorito, tu chocolate caliente y el descanso de tu cuerpo tras la lluvia en el cristal.


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Holaaaaa mis chicos, la Irene ya esta de vuelta, yyyuujjjuuuuu.....
Madre mia, no podeis haceros una idea de lo que He pasado estos dias, porque no podia pasarme por aqui todo lo que queria, asi que me escaqueaba de casa para la oficina, pero eso es un problema, esta algo lejos y tenia que ser a horas poco comunes, jajajajaja
Bueno lo malo ya paso y al final tube que solucionar el problema del pc llamando a un profesional, que le doy las gracias desde aqui porque vino en domingo y todo, gracias Jesus.
Parece que todo vuelve a la normalidad o al menos eso espero, que este bicho se obstina en hacermelo pasar mal.
Y aqui teneis un relato corto para calmar nervios, para relajarse y sentir que dentro de poco llegara el invierno, ajajajajajaj
A mi me encanta el verano, y creo que este pequeño relato detalla a la perfeccion lo unico que agradezco de la epoca de frio, ajajjaaj
Espero que lo hayais disfrutado, un beso y ya sabeis que os quiero y que espero no volver a ausentarme mas veces, que yo lo paso peor que vosotros seguro.

¡¡¡¡LA IRENILLA ESTA DE VUELTA!!!!!