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domingo, 31 de octubre de 2010

Sicario del infierno Cap 2





Sicario del infierno

Cap 2



OWEN



Ni siquiera sabía como había llegado de nuevo a mi apartamento. Intentaba  hacer memoria del trayecto hasta aquí pero no aparecía en mi cabeza.

El sobre abultado con la información de la chica, se encontraba apretado fuertemente por mis dedos, como si fuese la presa de algún ave rapaz entre sus garras. Allí dentro estaba la innecesaria información para encontrarla y aquella prenda que me resistía volver a oler. Primero porque no me hacia falta, recordaría ese aroma aunque me metieran acido por las fosas nasales y segundo no me creía capaz de resistir de nuevo otra oleada de deseo como la que me había abofeteado en el despacho de Edmund.

Quería deshacerme de la cercanía de aquel tormento, pero mis manos no atendían a peticiones, simplemente me causaba dolor físico separarme del maldito sobre de las narices.

¿Cómo podía estar tan necesitado si solo habían pasado unas cortas horas desde mi última ingesta? Pero ese perfume me estaba volviendo loco.

Removí físicamente mi cabeza para aclarar mis ideas y plantearme la situación desde una perspectiva coherente. Y era ahora cuando venían a mi cabeza aquellas palabras que me habían causado tanta sorpresa, “La Daga Capital”, ¿De donde habría sacado ese hombre la información que de ella tenia? Por supuesto que incorrecta o escasa, pero ese no era el caso.

Un artilugio que llevaba siglos y siglos siendo ansiado por multitud de seres, humanos, demonios y por supuesto y peor aun, divinos. Esos mal nacidos siempre de por medio, en la única tarea que el Operator nos mandaba desde nuestra iniciación. Encontrar la puta Daga y llevársela a él sin tocarla siquiera. Ordenes que no se habían cumplido ya que nadie la había visto jamás, era un objeto que ya muchos lo tachaban de fantástico e ilusorio. Pero yo gracias a uno de mis dones sabíamos que al menos el Operator si confiaba a pies juntillas que aquel arma existiese.

Uno de mis poderes era saber cuando alguien mentía o no, las palabras en mi mente parecían distorsionarse cuando alguien las pronunciaba con temor de ser descubierta la mentira que su pensamiento barajaba. Y así, esa distorsión me hacia conocedor del engaño. No era uno de mis mejores dones, pero si uno muy practico. Por ejemplo, había percibido con exactitud que el miserable Señor Standford no me engañaba, con respecto a la conversación que habíamos tenido, que realmente esa Daga o estaba en su poder o el creía que así era, en eso no mentía. También había podido ver que sus tratos con otro demonio, o como el había dicho mi igual, otro sicario llamado Ryan Hallen, estaba metido en todo este asunto de la chica. Si el pobre Señor Standford supiese en que otra cosa además de ser sicarios nos parecíamos el tal Ryan y yo, seguro no se mezclaría con dicha calaña.

Un escalofrío recorrió mi columna con solo recordar lo que mi cabeza en aquel momento pensó sobre el final de dicha muchacha, y esto era un problema, y uno muy serio. Ryan Hallen era un demonio de mi misma raza, otro predecesor y sus habilidades eran muy poderosas. Con solo tocar a alguien podía literalmente prenderle en llamas y consumirlo hasta las cenizas, algo perverso ya que ese fuego se ocasionaba inicialmente fuera del cuerpo hasta llegar a su centro y allí finalizar con una explosión violenta.

¿Cómo aceptar el trabajo y mandar a la tal Violette a un destino de muerte y calvario, si ni siquiera sabia si podría contenerme para no matarla nada mas verla? Ese perfume que emanaba de la tela de su blusa me estaba atormentando, no quería ni imaginarme como seria tenerla frente a mí. Mi garganta y cuerpo ardían por ese anhelo de comida.

El señor Standford me había dado algo antes de salir de su despacho, pero a causa del estado en el que me encontraba en ese momento, ni había reparado en lo que era. Volví a salir de mi apartamento dirección a mi  coche aparcado en la entrada, para poder coger aquel otro sobre más pequeño y de color blanco que descansaba en el asiento del copiloto.

Decidí abrirlo dentro de casa, no por miradas ajenas, ya que mi vivienda se encontraba a las afueras de la ciudad y mi vecino mas próximo estaba a unos muy convenientes dos mil metros. Pero este tipo de cosas y ahora mas, debían de llevarse a cabo en la intimidad de mis paredes.

Respire profundo y sentándome en el gran sillón de la sala, abrí el plano y en apariencia insignificante sobre.

“Embrujado” así me parecía estar al contemplar aquel rostro que me mostraba la foto, una bella mujer de rasgos dulces y penetrantes, con ojos verde claro, tan intensos que parecía dejar un rastro mareante en mi piel. Pase mis dedos por el suave papel como si de terciopelo se tratara. Tenía el cabello largo hasta la cintura y envuelto en unas tenues hondas, de un brilloso color castaño. Su nariz pequeña, perfecta, mostraba unas pequeñas pecas que parecían haberlas colocado a placer donde cada una tenía un significado, como cuando miras el firmamento estrellado y sabes a la perfección donde se encuentra la más remota constelación. Sus labios llenos y sensuales que llamaban a voces ser devorados hasta llegar a degustar su ansiado corazón.

Sacudí mi cabeza en ese mismo instante, no podía dejarme pensar ese tipo de cosas, cuando la encontrara tendría que contenerme todo lo posible, ya que si no lo hacia, mi trabajo y vida que hasta ahora conocía se irían al traste. No me importaba en absoluto Edmund, pero si Ryan estaba metido en esto seguro que me traería problemas.

Una ínfima parte de mi mente seguía queriendo que rechazara el trabajo antes de que fuese demasiado tarde, pero ya estaban las decisiones zanjadas, porque el solo hecho de dejar de mirar aquella foto con esa cara y cuerpo me dejaba anhelante de su cercanía y palpitación.

La pose que la chica mantenía en el retrato era extraña, se la veía incomoda. Estaba sentada en una de esas hamacas de  piscina, cerca del bordillo y aunque no sabia a ciencia cierta como era la casa de Edmund, podía percibir que seguramente serian sus jardines. La expresión de su hermoso rostro me dejaba en cierta manera intranquilo, estaba ¿triste? ¿dolida quizás?  No había rastro de felicidad en esa mirada y sin saber porque me pareció ser contagiado por ese sentimiento de abandono, desamparo y aflicción.

¡¡¡Céntrate!!! Me dije a mi mismo después de un rato de contemplar la dichosa fotografía. Esto no era lógico y coherente en mi, esto solo era un trabajo mas y de eso tenia que convencerme ya. Solo tendría que luchar con no obsesionarme con aquel corazón de hedor suculento y apetecible, para así poder culminar mi cometido con éxito y después de seis días, que ya anticipaba serian muy muy largos, todo habría acabado y volvería a mi vida tal y como la conocía antes. “solo es otro trabajo cualquiera” repetía una y otra vez en voz baja.


Ya habían pasado dos días de recibir este pesaroso encargo, dos días, y retumbaba en mi conciencia como el trabajo mas largo y con menos resultados que hasta el momento había tenido. Me estaba empezando a desesperar, mi siempre impecable paciencia parecía huir de mí por segundos. Había empezado primero hiendo a la casa del hombre que en estos momentos había contratado mis servicios, donde la fragancia de aquella muchacha me hubo sacado mis mas oscuros instintos. Incontrolable, así me sentía cada vez que notaba su aroma, y eso era lo que me desconcertaba, ¿Cómo el mejor, y más apetecible de todos los olores que había percibido en mi vida, era justo el que mas me estaba costando encontrar?

La respuesta no se encontraba en mi cabeza, porque había hurgado en ella ya demasiadas veces sin resultados. Por suerte me hicieron caso en abandonar la vivienda mientras duraba mi inspección. Porque mis ojos se tornaron negros a causa de la sed y el hambre que me provocaba estar impregnado en su aroma.

Todo lo que rodeaba esa casa olía a ella, y me sorprendió que sus pertenencias fuesen tan escasas, tan poca cosa, como si solo pasase aquí una temporada cada cierto tiempo, y eso que ya me había dicho su padre que vivía permanentemente con el. La vida que se denotaba en sus pertenencias era inane e insustancial. Sin recuerdos, fotos, juguetes, o alguna que otra entrada de cine o discoteca. Como si hubiese vivido metida en una caja durante sus veintiún años. Un sentimiento de congoja y lastima se adueño de mi pecho, y era extraño jamás lo había sentido, o al menos con tal intensidad.

En esa visita a la mansión Standford, también pude comprobar que el muy cabrón de Edmund me había engañado en algo,  o mas bien me lo había ocultado. La chica llevaba ya desaparecida mas de cuatro días, eso dificultaba mi búsqueda, aunque eran excusas que mi mente me obsequiaba por el solo echo de no querer reconocer que este trabajo me estaba costando mas de lo normal.

Ahora pasados esos dos días, me estaba empezando a preocupar por otro detalle. ¿Cómo podría soportar estar cerca de ella, si el hambre y la sed empezaban a amenazar de nuevo? así que decidí detener un segundo mi búsqueda y hacerme con un corazón joven que me diera fuerzas para lo que se me venia encima, aguantar los deseos de matarla una vez encontrada.

 Exagerada, así había sido mi comida, dos hombres de venti muchos que al parecer habían salido de la cárcel hacia tan solo un par de días y en ese escaso tiempo ya habían violado a una mujer y apuñalado a un chaval a la entrada de una discoteca de moda. No es que fuese un justiciero, pero si esos cabrones iban a ir al infierno, porque no adelantar su partida, seguro que mis antiguos compañeros me lo agradecían.

Una vez ya lleno, y saciada mi sed desmesuradamente, retome la búsqueda de Violette, pero no dure más de tres horas de frustración hasta que al fin comprendí que este trabajo no le podría hacer solo.

Nunca en mis años en la tierra había pedido ayuda a nadie, pero en este caso, algo me decía que tenía que hacer todo lo que estuviese en mi mano para terminar encontrándola. Aunque no estaba muy seguro de si ese algo era la obsesión por tamaña sed que me provocaba su fragancia.

Matt Sayers, era un demonio buscador, mi único compañero se podría decir, en el único en el que si hubiese tenido que confiar mi existencia, lo haría. Sabia que solo podría ayudarme en las horas de nocturnidad, así que hasta que no llego el crepúsculo, no fui a buscarle.

Estaba en un club de alterne a las afueras de Boston, y este se sorprendió de mi visita, llevábamos más de quince años sin vernos. Allí sentado, siempre con sus gafas de sol, y con esa cara de niño de papa que me sacaba de quicio. Tenia un humor muy infantil y sarcástico, que hacia que no congeniáramos mucho en nuestras personalidades.

Como ya os había dicho antes, los demonios buscadores tenían una peculiaridad en su aspecto físico, y esa eran sus ojos, de un color blanquecino, tirando a grisáceos, que les daba un aspecto aterrador y desconfiante.

Mi amigo era uno de los mejores demonios buscadores, porque era el único en su raza que tenia un poder añadido, el podía sumir en la inconsciencia a quien se lo propusiera, incluso a los divinos, y este dato le hacia muy muy poderoso y necesario. Solo con exhalar su aliento al sujeto en cuestión, tenía el mismo efecto que un potente somnífero.  Pero a él al igual que a mi, también le habían expulsado del infierno. En su caso era por un problema de faldas. En uno de nuestros viajes a la tierra con el fin de encontrar la dichosa Daga, se había enamorado de una humana, y cuando el Operator se entero de ello, le desterró y se deshizo de la chica, dejando al pobre Matt sumido en un letargo que todavía ahora parecía no haberse recuperado. Solía beber sangre de prostitutas, emborrachándose con ella y gastando sus horas medio inconsciente para no recordar el dolor de la perdida de su amada.

Yo no podía entender muy bien ese tipo de comportamiento, de obsesión por un amor que era antinatural, nunca me había sentido así por nadie, todo humano que pasaba por mis manos era para aplacar mi sed y que decir de relaciones entre los de mi raza, eso era aun peor, los escasos demonios hembras que existían eran demasiado pérfidas, siniestras y retorcidas, así que no quería tener nada que ver con ellas, puesto que solo te podían meter en problemas.

_ ¿A que debo tan grata visita querido Owen?_ dijo arrastrando las palabras causa de su aturdimiento

_ Tengo que pedirte un favor_

_ ¿Tú a mí? ¿Seguro? Creo que este momento lo gravare en mi memoria de por vida. No se que podría querer de mi el gran Owen Johnson. El demonio que reza “no necesito ningún buscador, mi olfato es lo bastante bueno para encontrar lo que sea”_ replico rodando los ojos intentando hacer una nefasta imitación de mi voz

_ Vale si no me quieres ayudar mejor me voy, ha sido un completo error pensar que habías cambiado algo, infantil gilipollas_

Empecé a caminar por el pasillo del antro en el que nos encontrábamos, pero con pasos cortos y deliberada calma, puesto que sabia a la perfección que la vida de Matt era tan insustancial y aburrida que pronto iría a mi encuentro, para al menos tener algo diferente que hacer, además de que ya conocía la delicada línea de curiosidad por la que oscilaba.

_ ¡¡Quieto!!_ Grito antes de que saliese del recinto y de  inmediato me volví para mirarlo duramente

_ Esta bien, dime que es lo que quieres de mi Owen_

_ Primero debes acompañarme a un sitio menos concurrido que este_

_ La mitad de las que están aquí no se enteran de nada y la otra mitad no llegara a mañana seguramente_

Su mano cogió uno de los brazos de las chicas que descansaban a sus pies, y le dijo caer como si realmente estuviese muerta, pero el pecho todavía se la inflamaba con sus respiraciones.

_ Lo digo en serio, si quieres que te lo explique, acompáñame_ y salí del local ahora si con prisa, me estaban dando nauseas el olor de las prostitutas

Camine por la acera hasta llegar a un callejón que aunque oscuro, para nosotros no era problema, nuestra visión era magnifica en cualquier circunstancia.
Matt no tardo en estar frente mío y apoyándose contra la pared de ladrillo visto encendió un cigarrillo e hizo un gesto con la cabeza para darme pie.

_ ¿Todavía no has abandonado ese habito tan humano y estupido?_ pregunte arqueando una ceja

_ ¿Acaso me puede matar el tabaco?_ y una carcajada reboto entre las tres altas paredes que nos rodeaban

_ Supongo que no, pero hueles de una forma nauseabunda_

_ ¿Desde cuando te has vuelto tan limpio Owen?  Será mejor que me digas que quieres de mi, mis putitas se enfrían_

_ Todavía no se como puedes hacer ese tipo de cosas, tu no eres humano, no te comportes como tal, ella no va ha volver Matt, ella murió hace mas de cincuenta años, ya es hora de que tomes la decisión de hacer algo que no sea comportarte como lo que no eres_

_ Ni se te ocurra hablar de ella, porque no te lo permito Owen, me importa una mierda lo que hayas venido ha pedirme y mas aun lo que tú pienses de mi vida, pero a ella no la tocas, ¿entendido?_ y sus manos casi sin ser vistan estaban apresando mi cuello, alzándome unos centímetros del suelo

_ Será mejor que me sueltes antes de que termine contigo, querido amigo, sabes que si me estas tocando ahora es porque en el fondo no quiero hacerte daño, porque te aprecio_ y mi mirada le traspaso las retinas para acto seguido soltarme con delicadeza

_ Perdona, no quería sacar el tema de… bueno tu ya sabes, no fue mi intención recordártela_ y es que tenia que reconocer que me había pasado con mis palabras, el sufría aun y mucho

_ No hace falta que me la recuerdes, nunca se va, ella vive aquí dentro, y eso no lo podré cambiar nunca, te lo aseguro ya lo he intentado_

Su voz era tan débil y traumada que casi podía ver el dolor dentro de su pecho muerto.
Matt era el enemigo numero uno de nuestro creador, de nuestro padre, del Operator. Siempre le guardaría el rencor y odio por haberle arrebatado lo único que en su vida, por así decirlo, merecía la pena.  Inca fue su nombre,  una bella mujer de cabellos rubios y ojos de un azul cielo que te perdían por completo, tenia que reconocer que la dichosa humana había sido un verdadero culto a la belleza, pero de su muerte ya habían pasado muchas décadas y este pobre demonio todavía no aceptaba su perdida.

_ Dime sin rodeos que es lo que precisas de mi_

_ Busco a una humana que al parecer sabe ocultar muy bien sus huellas, porque después de dos malditos días, todavía sigo en el mismo sitio, no encuentro su rastro, nunca me había pasado esto_ dije dejándole ver mi debilidad

_ De acuerdo, ¿tienes algo suyo, alguna prenda o posesión?_ dijo estirando su mano y aceptando el trabajo con ese gesto

_Si tengo una blusa, pero antes te diré algo, es alguien especial, esta humana no la debo encontrar para aniquilarla como el resto de mis trabajos, si no que la he de entregar a un destinatario. Así que será mejor que no la toques una vez la encuentres, yo no te acompañare, porque se que sin mi lo harás mas rápido, iremos por caminos diferentes y así abarcaremos mas terreno_ y seguidamente saque el sobre y se lo entregue.

No podía creer lo difícil que se me hacia deshacerme de el, como si un poco de mi vida estuviese ahí dentro, cada vez esta misión era mas extraña, me estaba empezando a volver loco de remate con tantas expectativas.
Matt lo abrió y creo que si me hubiese podido verme la cara a mi mismo cuando el señor Standford me tiro la prenda, habría sido exactamente como la que ahora mi amigo tenia, desencajada totalmente y fuera de lo real.

_ Esto no puede ser. Huele como si todos los putos corazones de la maldita ciudad estuviesen concentrados en ella_ y siguió aspirando profundamente su esencia, llenándose los pulmones de ese aroma que me pertenecía.

_ ¡Basta! Ya es suficiente, devuélvemelo, ya sabes como es, ahora solo encuéntrala y me avisas de donde esta, pero ni se te ocurra acercarte a ella o te juro que…_  amenace

_ Hey hey, quieto león, ¿es que acaso esta humanita te hace cosquillas en otro sitio que no sea tu estomago, hermano?_ y su sonrisa torcida me enfureció en el acto

_ No seas estupido, solo es un trabajo, pero soy consciente de como es su olor de apetecible, me lleva atormentando desde el primer día, así que no quiero que por un arrebato de sed que te de, me quede sin mi trofeo de caza, tu solo localízala y me llamas para ir a buscarla. Y ni se te ocurra acercarte y menos aun tocarla ¡¡¿entendiste Sayers?!!_

_ Ya sabia yo que debías de estar muy desesperado para venir a pedirme ayuda, pero no te preocupes, estoy seguro que en menos de un día la tendrás para ti solito, a no ser que la quieras compartir claro_

Metí la tela morada en el sobre ignorando sus impertinencias y después de unos cuantos puntos que determinar me despedí de Matt, para como habíamos dicho ir cada uno en una dirección y así poder abarcar más terreno para encontrarla.
Las horas sin noticias me estaban matando, mi parte de búsqueda estaba resultando exactamente igual de nefasta que los últimos dos días y el teléfono móvil no sonaba en ningún momento con la ansiada voz de Sayers al otro lado, diciéndome que ya la había encontrado. Mis pasos me había llevado hasta España, a una pequeña provincia llamada Cáceres, en la estación de autobuses, donde en uno de los baños se perdía completamente su rastro, dejándome de nuevo a oscuras y enfurecido.

Cuando de repente el teléfono vibro en mi bolsillo y al comprobar el visor, como no podía ser de otra manera, el numero de Matt estaba reflejado.

_ Dime_ demande nada mas descolgar con la voz aun contraída por saber las nuevas noticias

_ Será mejor que vengas rápido, tenemos un problema_

_ ¿Pero la has encontrado? ¿Dónde estas? ¿Qué ha pasado? ¿ella esta bien? Dime, contesta…_

_ Si la encontré y estamos en Madrid, en un apartamento desabitado cerca del aeropuerto, pero será mejor que no te tardes o si no…._ dijo e inmediatamente se corto la llamada

Y como si mi vida dependiera de ello, salí hacia el lugar donde mi obsesión y mi destino se encontraban, junto con la persona que con su olor me tenía aturdido. No pasarían más de treinta minutos en estar en su presencia. Mientras que sin resultados marcaba incesantemente el número de Matt para saber cual eran esos supuestos contratiempos que habían sucedido.

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Aqui el segundo capitulo de esta historia, espero que os haya gustado y por favor no os vayais sin dejarme unas palabritas
Recordad que si quereis ver como son los rostros de nuestros personajes, solo teneis que pinchar en este enlace
PERSONAJES
Como siempre os digo, ya es costumbre pero no por ello no es cierto
Os quiero mis chic@s

Irene

jueves, 28 de octubre de 2010

Terror en el pecado de la carne

ADVERTENCIA  contine escenas de caracter sexual, vocabulario para adultos y situaciones violentamente fuertes, abtenganse de leer las personas que puedan herir su sensibilidad.





Terror en el pecado de la carne
(By Irene Comendador)



Y si la vida empezaba a sonreírme ahora que al fin podía mirar a la cara a mi querida madre. Durante todos mis años había sentido una congoja y un sentimiento de culpa terrible adueñarse de mis entrañas, ese dolor de haber defraudado a mi progenitor, haciendo que en ningún momento se sintiera orgulloso de mi, un chico fuerte y de facciones duras, una genética estoica y que se había cruzado de acera como el solía dejar ver en sus chistes malos sobre homosexuales.

Y ahora debía mi cambio de vida a su muerte, a que mi padre ya no estuviese en nuestras vidas. ¿Por qué no hable antes? ¿Debí haberlo echo?
No se, pero de lo que si estuve siempre seguro es de que le hubiese defraudado aun mas, si sus sospechas al fin eran corroboradas en una de nuestras conversaciones.

Mi madre me había pedido no abandonarla, ella temía que mi nueva vida fuera a ser promiscua, que me dedicara a tener relaciones con diversos hombres, sin poner atención a la familia, el trabajo, y sobre todas las cosas la salud.
Pero ese no había sido ni seria mi modo de actuar, así que accedí a seguir viviendo en su casa, aunque para ello tuviera que reprimir mis más oscuros instintos.

Una nueva ola de calor azotaba los Ángeles, y como siempre que esto pasaba las hormonas estaban en ebullición. Un compañero de clase de periodismo, que era la carrera que estaba a punto de concluir este año, me había hablado de un nuevo sitio en el que podías pasar un buen rato. No me gustaban esos encuentros esporádicos y banales, pero al no poder llevarme a mis conquistas a casa de mi madre, solo por puro respeto hacia ella claro, hacia que mi vida sexual fuese muy escasa. Así que decidí que quizás una visita rápida, solo para comprobar a que se refería mi compañero y si en verdad como contaban las malas lenguas era tan buena experiencia, decidí visitar aquel baño turco ese mismo fin de semana.

Estaba muy nervioso, me repetía mentalmente que solo seria ir, ver, mirar y volver sobre mis pasos, con la clara intención de aplacar mi curiosidad, pero sin embargo me sorprendí tardándome mas de tres cuartos de hora, decidiendo frente al espejo que ropa interior ponerme, sencillamente estupido era mi comportamiento, aunque ya tenia decidido hacerlo así que no me retractaría y lo haría.

La hora había llegado y no quise que mi compañero me acompañara, el no era tan cauto o prudente como yo, y de seguro me hacia quedar en ridículo delante de cualquier extraño, haciendo que saliera como una exhalación de un local abarrotado de gente.

Inspire todo el aire que podrían mis pulmones adquirir, y apretando el pomo de la puerta con mucha fuerza, tire de ella hacia mí para poder entrar a un hall demasiado cursi para mi gusto. Que manía tenían este tipo de sitios, en poner luces rosas de prostíbulo, con neones de esos que si llevabas calzoncillos blancos se te transparentaban a través del pantalón. Para mi gusto no había nada menos erótico que eso.

Un chico de cara infantil y unos ojos azules perfectos, me dio la bienvenida al local, y me enseño un catalogo con los servicios que ofrecían, para después indicarme donde estaba la entrada al bar y poderme relajar según el tomando algo. Incluso le vi con el rabillo guiñarme un ojo antes de encaminarme por donde me había indicado.

El bar era muy oscuro, tanto que costaba poder coger la copa que tenias en frente, y además olía a una mezcla de tabaco y colonias masculinas de muy mala calidad, sintiéndose así un ambiente algo nauseabundo. Pero intente borrar las malas vibraciones de mi cabeza, no por ello había decidido conceder al sitio algo de margen, antes de descartarlo por completo.

Se me acercaron dos o tres hombres, para mi gusto demasiado mayores, y muy educadamente después de unas conversaciones banales les largué con delicadeza.

Y después de una hora y media, en la que me debatía si volver a mi casa o al fin darme un baño en las zonas comunes a ver que caía por allí, un chaval que no aparentaba tener mas edad que yo, se acerco a mi y me dedico una gran sonrisa torcida.

_ Hola, ¿podría sentarme contigo un momento?_ dijo todavía sonriendo

_ Si claro_ dije haciéndole sitio en la parte del sillón mas pequeña_ Mi nombre es Claude_ seguí, tendiéndole la mano

_ Víctor_ contesto apretando mi palma con deliberada dulzura

La conversación fue escasa, y las miradas intensas, definitivamente había encontrado un buen candidato para probar los baños de los privados, y una ola de ilusión volvió a recorrerme el estomago. Llevaba así como unos tres meses sin mantener relaciones con nadie, y encima el último había sido un vecino que ni con mucho era un buen amante.

Sin casi mediar palabra me condujo hacia la zona mas apartada del bar y la más oscura también y con esa incertidumbre ya mi libido estaba a flor de piel.

Una puerta en aquella zona se abrió, dejándonos ver una pequeña habitación insonorizada y muy mal decorada, con una enorme cama en medio y dos sillones a los lados, uno más grande que el otro, con forma de divanes, esos que usan los loqueros en sus consultas. En las mesillas unas lamparitas de tulipa roja hacían que la habitación diera mas grima aun de lo que ya lo hacia, pero intente no poner atención a pequeñeces como esas. Estaba para pasar un buen rato con aquel chico tan guapo y eso era en lo único que me permitiría pensar a partir de ahora.

No tardo ni dos segundos en cerrar la puerta a sus espaldas cuando ya su boca había apresado la mía con violencia, y me gustaba ese tipo de contacto, el sexo desenfrenado me hacia sacar el animal que llevaba dentro y por circunstancias de la vida no podía sacarle las veces que así me apetecía.

De un empujón en el pecho me postro en la cama, y aunque dolió solo pude soltar una carcajada de anticipación. Ya no hacían falta las presentaciones, las conversaciones o las palabras sin sentido, ahora solo seriamos dos hombres tomando nuestros cuerpos a la fuerza, para sucumbir a los orgasmos más bestiales.

Me senté en la cama y le atraje hacia mi con las manos en su cintura y el se estremeció por el contacto, dejando en el aire un jadeo que me hizo estar empalmado al instante. Su boca violo literalmente la mía, con succiones certeras y fuertes, que me hacían recordar lo que esos gruesos labios harían después en otras zonas de mi cuerpo.

Mis manos no podían dejar de desnudar impacientemente todo su cuerpo, dejándole completamente expuesto a mis ojos y pudiendo así comprobar que era un maldito culto al cuerpo, un dios heleno que no me dejaba introducir aire en mis pulmones, contraídos por tremendo ser.

Yo era bastante mas grande que el, y aun así no tubo dificultad para quitarme la ropa de un tirón, oyendo como alguna que otra costura se rompía en el camino, y acto seguido me dio la vuelta sobre mi mismo, dejando mis posaderas a su merced. No espero a que me acostumbrara a su grosor, introdujo su enorme miembro en mi interior y no pude mas que gritar del dolor, pero no me queje, le deje hacer, porque sabia que esto era una sesión de algo que llevaba buscando desde hacia tiempo, así que acataría todas y cada una de las pruebas que se me presentaran. Lo note frío, tan frío que no sabía si se había embadurnado alguna sustancia que provocara ese tipo de frescor dentro de mí.

Mi cuerpo se resistía aun a dejarlo entrar por completo, pero los jadeos de dolor y placer se mezclaban como en una sinfonía gris a nuestro alrededor. Hasta que por fin las envestidas dejaron de ser dañinas para mostrarme una cara adictiva a esta manera de sexo expuesto.

Intente acariciarlo en un par de ocasiones, y sus manos me lo impidieron dándome manotazos en respuesta. No me importo, de todas maneras no me iba a casar con el ¿no?

Y cuando podía ya saborear el anhelado orgasmo recorriendo mi cuerpo, el muy cabrón saco su sexo de mi, dejándome insatisfecho. Pero algo sucedió, un dolor punzante ocupo esa zona, algo atroz y delirante.

Solté el mayor grito que mi garganta había expedido en toda mi maldita vida y retorciéndome, intente mirar el porque de dicho desgarro. Víctor tenia la mirada perdida, sus ojos habían cambiado a un color negro sobrenatural, y su sonrisa ya no era de placer por el sexo, si no de enajenación y delirio. Sus manos sujetaban algo que no supe en primer momento que era, un artilugio que sin ver su tamaño completo vi que arrastrando toda la carne de mi trasero, sacaba con lentitud, desgarrándome por dentro y haciéndome casi desmayar.

Las sabanas se tornaron negras, chorreantes de líquidos que salían sin permiso de mi cuerpo ahora mutilado.

La puerta se abrió y sin poderlo sopesar, me levante como pude e intente salir corriendo por ella, llevándome a una mujer menuda por delante. Desnudo, y con el dolor del desangro chorreando por mis piernas corrí hasta la entrada, sorprendiéndome de que no hubiese nadie en el local. ¿Como podía ser? No habíamos pasado más de un cuarto de hora en aquella habitación, ¿Dónde se habían metido todos los clientes?

Al llegar hasta la puerta, zarandee en el pomo con todas mis fuerzas ansiando salir al exterior, pero esta hacia caso omiso a mis fuerzas, cerrada de seguro con llave. Mire para todos lados y cuando centre la vista en la entrada del bar, por donde había salido, vi como aquel hijo de puta venia hacia mi, desnudo y ensangrentado, envuelto en mi propia sangre, la que el me había provocado, y detrás a escasos pasos la chica que parecía tener los mismos ojos que el, una escena inverosímil y grotesca.

Al no encontrar salida por la puerta principal, pensé en buscar otra en la parte trasera, así que corriendo por un pasillo pegado a la recepción, fui perdiendo mi sangre a borbotones y cada vez me sentía más endeble y debilitado. Llegue hasta unas piscinas en las que tampoco había nadie, y me afanaba en gritar como loco que alguien me socorriera, pero al parecer las únicas personas que había en el maldito local, era aquellas que me perseguían con la clara intención de terminar con mi vida.

Al meterme a la piscina el agua se tiño de rojo y un escozor inaguantable se adueño de mi baja espalda, como si millones de alfileres me atravesaran la piel y los órganos internos.

Un calor seco me abofeteo la cara al salir del agua e introducirme en otra de las estancias. Una sauna, pensé, y creí desfallecer a causa de comprobar que no tenía salida. Mire en la dirección de mis perseguidores y cada vez estaban mas cerca, hablándome calmadamente.

_ Será mejor que dejes de correr Claude, de todos modos no te servirá de nada. Has venido aquí para estar conmigo y eso será justo lo que conseguirás_ decía Víctor con un tono de voz terrorífico y escalofriante

_ ¿Qué queréis de mi? ¿Por qué me haces esto?_ conteste a punto de sentir mi mente desfallecer

_ No es obvio, por hambre, hambre de varias cosas, primero de tu cuerpo, y después de tu sangre mi querido Claude_

Y ya no pude mas, cogí uno de los bancos que reposaban en la sauna y di un golpe al cristal de esta haciendo que todos los trozos salieran despedidos. Pero antes de poderme lanzar por ella, para dar a otra de las habitaciones del local, una mano fría y dura me agarro del cabello y me tiro hacia el otro lado de la sala, haciendo que mi cuerpo roto chocara violentamente contra las tablas de madera de las paredes.

Se agacho delante mío y cogiendo uno de los cristales del suelo, empezó a pasarlo por mis brazos, rasgando la piel, huyendo mi carne del contacto de la cuchilla y el dolor, y después por mis piernas, haciendo lo mismo con espasmos y convulsiones. Notaba ya la perdida del conocimiento cuando una bofetada me sobresalto.

_ No te desmayes, te perderás lo mejor_ dijo riendo

Y la chica menuda se acerco a mí y empezó a oler cerca de mi piel, agachando cada vez mas su rostro sobre mi cuerpo, hasta que posiciono su cara en mi entrepierna, y allí quise morir, ¡¡Esta maldita hija de puta, abrió su boca y de un solo bocado arranco mi miembro!!.

Otra bofetada me sobresalto, y estaba rodeado por un charco de sangre, uno que al parece había creado yo.

¿Cuánto podía un corazón, y una mente aguantar sin sangre en el cuerpo?

Y los dos asesinos que me acompañaban se tiraron sobre mí en ese preciso momento que había recuperado la razón, aunque antes me regalo algo que ahora después de muerto todavía recuerdo.

_ Tu padre te manda saludos Claude_


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Espero les haya gustado
no se olviden dejarme unas palabritas
Siempre con vosotros

Irene

lunes, 25 de octubre de 2010

Ya no quiero ser tu amiga



Ya no quiero ser más tu amiga


Cuantos años agarrados de las manos
cuantos años siendo uno solo
cuantos años siendo inseparables
unidos en la hermandad y el amor
en una amistad inquebrantable
cuantos años mi gran amigo

Si solo fuese valiente una vez
tan solo un momento de atrevimiento
el justo para decirte lo que siento
solo eso pido ahora que pareces ausente
mirando a personas con la mente

Me has provocado la muerte
revelarme tus intenciones para con otra
una que no seré nunca yo
alguien que no te querrá como yo lo hago

Darle tus besos y caricias
dejarla ver lo inmensamente especial que eres
hacerla sentir mujer amada
palabras que rompen mi carne helada

¿Por qué mi forma de ser me retiene?
que viejo que es ese cuento
enamorada del amigo de la infancia
soñando con sus brazos en mi almohada
siempre en la sombra sin quererlo
siempre compañera pero sin serlo

Esta noche será el momento
esta noche te haré saberlo
y si me rechazas amigo mío
mi cuerpo roto se ira conmigo
desapareciendo ante otro camino
de espinas, punzadas y escalofríos

Se que ahora piensas en ella
dije sin poder mirar tus ojos
Se que ahora eres feliz en sus brazos
continúe sintiendo el frío
pero ya no puedo ocultarlo

“Te quiero amigo mío”

Un amor que sobrepasa los limites
un amor no correspondido
pero si no te lo comunico
moriré con un triste vacío

***

Por fin reaccionas mi amada
por fin te decides para comigo

Tú crees que estaría en otros brazos
sintiendo tan cerca los tuyos
sabiendo que tú me has correspondido
a lo que hace tanto que concibo
tú crees que podría amar a otra
que no fuera tu sombra y tu sino

Amiga del alma ven conmigo
que siempre me tuviste entre tus labios
y celaba sentirte en los míos

***

Y así fue como se me declaro
dejando que mis miedos volaran
como simples pañuelos por la habitación
hundiéndonos en un beso tierno
que acabo tornando en pasión

Y así fue como descubrí
que ser valiente es mejor
que pasar por la vida sin perdón
sintiendo la sinceridad emanar
por cortes profundos en la piel
que ahora cubiertos con amor
por fin dejan de doler


******************************************

Le prometi a mi querida Adela que el siguiente realto que publicara seria mas alegre que el anterior, y bueno no se si este te parecera lo suficiente alegre mi vida, quizas es que ultimamente no tengo animos para mas, jjaajajajajja
Un beso para todos y espero lo hayais disfrutado

Irene


Por cierto no olvideis votar en el concurso de Karol, "Bellas y Bestias" en el que mi relato "Sicario del infierno" participa, leed todos los maravillosos relatos y votad los mejores, no os arrepentireis. Enlace arriba en la cabecera del blog.

premios y regalos

Un premio de Manzanitha, gracias cariño, no so podeis imaginar el talento y la mente que tiene esta maravillosa escritora, me tiene enganchadita a sus letras, un beso y nunca te separes de mi




******************************

Unos premios que me dio mi querida Angy, cariño eres un sol, millones de gracias por siempre acordarte de mi

viernes, 22 de octubre de 2010

Sicario del infierno Cap 1



Sicario del infierno

Capitulo 1


Violette


Mis ojos todavía no se acostumbraban a la luz, sentía un pequeño entumecimiento en el hombro derecho, a causa seguro del golpe recibido después de mi desmayo, un vahído que no sabia bien si había sido producido por mi visión o por el contenido de ella.
La habitación se tornaba en rosa dentro de mis retinas, algo usual en estos momentos, los destellos, filtros y contrastes de las cosas variaban a placer mientras me recuperaba de mis atisbos futuristas.

En el baño de la estación de autobuses, encogida en el sucio suelo dentro de uno de los cubículos, intentaba por todos los medios controlar mi respiración, calmar mis jadeos y apaciguar el corazón que se obstinaba en marchar de forma peligrosa.

Y mi vida, como cuando hablan de los moribundos o cercanos a la muerte, pasaba ante mis ojos, cual película muda.


***

Una simple y extraña muchacha, una niña que al parecer no quería destacar sobre el resto de personas y que por algún motivo todo en su vida era oscuro y fugaz. Eso era yo Violette Standford.

Mi madre había muerto en extrañas circunstancias cuando yo solo cumplía la tierna edad de cinco años, y mi padre, un hombre que nunca supo demostrar su afecto, se había transformado más aun si cabe en un muro de piedra para mí.

Muchas veces me había planteado si realmente el me apreciaba, porque ya sabia con seguridad que quererme no me quería, pero al menos era su hija ¿no?

Cuan equivocada estaba, me faltaban unos dos meses para cumplir catorce años, cuando una conversación en el despacho de mi padre llamo mi atención, el le decía a otro hombre como era de miserable su vida como padre, que estaba harto de cargar con una hija que ni siquiera era suya.

Allí quedaron mis sueños y esperanzas, allí en esas escasas palabras, habían perecido todos los anhelos de ser amada por el único familiar que me quedaba.

Me mando a estudiar a los mejores colegios, unos que cuanto mas apartados de él estuviesen mejor, y aunque me esforzaba por no meterme en líos, el don que se había despertado en mi, me hacia las cosas muy complicadas. Al principio incontrolable, difícil de dominar, pero que ahora con el tiempo estaba empezando a conocer.

En mi cumpleaños numero quince, algo cambio mi vida, algo que intuía pero que había estado oculto todo este tiempo, ahora se manifestaba con más severidad. Tenía extraños sueños, pero estos se sucedían cuando aun estaba despierta, en cualquier momento del día y sin aviso previo.

Unas visiones que me dejaban débil tras su paso, desconcertada y temerosa de tenerlas, aunque al fin comprendí que no eran simples imágenes sin sentido, no, eran en realidad enfoques, atisbos de un futuro cercano. Como cuando vi que mi profesora la Señora Cruz, era atacada por unos muchachos del centro, y sin darle mayor importancia se lo conté a una de mis compañeras de pupitre.
Sin duda no fue la mejor decisión de mi vida, porque ella le fue con el cuento a la profesora, diciendo que yo dos días antes del ataque ya sabía que iba a ocurrir, y llegaron a la conclusión de que tenía algo que ver con aquellos agresores.
Gracias a la influencia y el dinero de mi padre no me acusaron en firme, pero si que tuve otro nombre mas en mi larga lista de centros ya visitados.

Aprendí a convivir con esas ilusiones de futuro, por desgracia se me ocurrió contarle sobre ellas a mi padre adoptivo. El al principio no se lo creyó, pero después de unos cuantos ejemplos y demostraciones, pareció mirarme de la misma manera que se observan los nuevos descubrimientos científicos, sin saber si lo que acababa de descubrir era algo bueno o por el contrario, una aberración contra la humanidad.

Y así pasaron mis días, mis años adolescentes y todas las horas del mundo sumida en la soledad y el desamparo, sin sentirme querida por nadie.

Si es verdad que tenía mucho éxito con los chicos, pero saber que estaban a punto de hacer ciertas cosas no me dejaba muy tranquila, y verlos en mis visiones como simples aprovechados por mi cuerpo, era sin duda lo que menos me apetecía. Y así acababa con todo intento de relación incluso antes de que llegaran a surgir, convirtiéndome en alguien antisocial.

Las chicas en cambio envidiaban mi dinero o quizás mi imagen, que aunque jamás me ponía ropa llamativa o maquillaje, siempre tenia una larga lista de pretendientes tras de mi, eso me dejaba con muy pocas posibilidades de encontrar amigas en las que confiar. Daba igual cuantas veces cambiara de centro de estudios, puesto que al final en todos acababa siendo la extraña y pintoresca bicho raro.

Un fin de semana después de haberme expulsado del ultimo colegio, en el que tan solo llevaba dos meses, me encontraba en la casa de mi padre y haciéndome acopio de todo el valor que pude, decidí que ya era hora de que me contara quien era yo verdaderamente, quien eran mis padres biológicos, y donde, como y porque me habían adoptado.

La conversación no fue ni amigable ni esclarecedora, como casi todas las que tenia con mi padre, el empezó a evadir mis preguntas y al final termine castigada en el ático, encerrada y a oscuras como muchas otras veces había pasado. Tres días sin comer ni beber, envuelta en la penumbra, sobre un tosco colchón de lana con olor a moho, por preguntar lo que a mí parecer tenía derecho a saber.

Mi padre tenía asuntos sucios, no había que ser muy inteligente para saberlo, aunque en ningún momento supe exactamente la envergadura de sus atrocidades, hasta ahora claro.


***

Esa mañana, mientras que guardaba las pocas pertenencias que tenia en mi armario, una de mis visiones me sobresalto, normalmente me avisaban antes con un pequeño mareo o un escalofrío recorriéndome la columna, anunciándome lo que se me venia encima. Pero esta vez fue diferente, como si mi visión fuese tan importante que entraba en mis retinas drásticamente.

Un hombre alto y fuerte, un hombre del que conocía exactamente su rostro, uno de los matones de mi padre, venia con paso firme y decidido hacia mi y yo con un pequeño estremecimiento le recibía, para que sin decir ni una palabra me metiera dentro de un ataúd, viva. La visión a pesar del pánico que estaba sintiendo, siguió hasta el final, donde podía notar como esa caja fúnebre donde estaba empotrada, se movía a causa de su transporte en un vehiculo. Una vez llegada a mi destino, la voz de mi padre me sobresalto, y quise gritar, pedir ayuda, pero mis cuerdas vocales parecían no querer cooperar, dejando una sequedad incomoda en mi garganta.

“Llevádsela a él y por favor que no me entere de cuando la mata, no quiero saber nunca nada mas de ella” decía quejoso mi padre refiriéndose a mi.

Y allí fue cuando perdí todo valor en mi cuerpo, mi padre me quería muerta, me entregaba a saber quien para cumplir esa tarea. Mis ojos parecían salirse de sus cuencas, notando el escozor de las saladas lagrimas brotar de ellos sin control alguno. Quería gritar, quería salir, quería morirme por tamaña situación de desamparo.

Y la cruda visión se corto en ese instante.

¿Cuándo vendrían por mí? Podría ser dentro de unos minutos o quizás días, mis visiones no detallaban la mayoría de las veces el momento exacto del acontecido, pero nunca había tenido una de más de una semana en el tiempo, así que eso me dejaba muy poco margen.

Una vez recuperada un poco de tremendo descubrimiento, empecé a trazar un plan. Consistía básicamente en salir corriendo de la presencia y vida de mi padre. Así que fui al despacho de este y haciendo uso de algo que jamás hubiese pensado hacer, abrí el ultimo cajón de su escritorio, donde sabia que escondía algo de dinero suelto, como el decía. Pero no era calderilla, allí había como unos dos mil dólares, y rápidamente me los metí en los pantalones.

El siguiente paso era hacer la maleta, solo cogí una mochila que había usado en una ocasión para ir de acampada al bosque, en aquella excursión siempre sospeche que mi padre me había querido sacar de la casa para algún tipo de chanchullo, del que no quisiera que yo me enterara.

Y dentro de aquel petate metí un poco de ropa, la documentación y deje el resto de pertenencias, recuerdos que solo me rememorarían la traición y el odio de mi anterior vida en esta casa.


Y aquí me encontraba, una semana después de mi desaparición, habiendo recorrido ya medio mundo, escapando de sus garras, porque sabia a ciencia cierta que me estaba buscando. Cuando en la estación de autobuses de Cáceres, España, y sin saber exactamente donde dirigir mis pasos ahora, otra visión me taladro la cabeza.
Esta vez había sido diferente, un hombre, al que no había visto en toda mi vida, me buscaba, caminando entre la muchedumbre, casi sin posar sus pies sobre el suelo y con una firmeza y confianza que hacia que se estremeciera mi cuerpo entero. Pero al ver su rostro, algo cambio, no sentía miedo, ni ganas de correr, estaba completamente segura de que era un enviado de mi captor para terminar con mi vida. ¿Por qué entonces esa sensación tan extraña al verlo?

Cuando recupere el control de mi cuerpo, salí corriendo de allí, dirigiéndome hacia la terminal desde donde salían los autobuses dirección Madrid, tenia que llegar hasta el aeropuerto de Barajas y allí coger un vuelo con el destino mas alejado que el dinero que aun me quedaba me permitiera, donde nadie nunca me pudiera encontrar.

Lucharía por mi vida siempre y esperaba que mis visiones me ayudaran en el éxito de esa convicción.


Mi vuelo hacia Londres salía a las tres treinta de la madrugada, aun faltaban cuatro horas, y mi estomago rugía con fuerza, como si llevara vacío desde hacia siglos y no distaba mucho de la realidad, con los nervios y la angustia no me estaba alimentando muy bien, una ingesta de bolsas de aperitivos de maquinas expendedoras y coca colas para mantenerme las máximas horas despierta, no era una dieta equilibrada que digamos. Así que decidí adentrarme en uno de los comercios que había cerca del aeropuerto, uno que abría las veinticuatro horas. Y allí cuando estaba tomando una bandeja de fruta, un reclamo a mi espalda se alzo.

_ Perdone ¿Puedo ayudarla en algo?_ decía una voz enérgica y al tiempo aterciopelada

Mi cuerpo se tenso de inmediato, algo me decía que esa voz no era la de un dependiente ofreciéndome su ayuda desinteresada. Me volví lentamente con la comida en la mano y allí delante de mí estaba un ser de otro mundo. De aspecto extraño, era alto, fuerte, de cara algo aniñada, pelo oscuro y brillante, y aunque muy hermoso, poseía unos ojos de un color gris blanquecino luminoso que te hacia temblar y querer salir corriendo. Como los de un alvino de película de terror antigua. Un hombre hermoso y perfecto de ojos terroríficos.

Solté la comida dejándola caer al suelo y sin mediar palabra salí de allí corriendo por los pasillos, arrastrando mis pies por el miedo que me embargaba.

Y el venia detrás de mí. Como en las más escalofriantes pesadillas, esas en las que tú perseguidor parece ir a cámara lenta y que tú corriendo con todas tus fuerzas no eres capaz de escapar de su agarre.

Llegue hasta la calle omitiendo las miradas extrañadas de los pocos espectadores que había, y me dirigí hacia la entrada del aeropuerto, para poder pedir ayuda a los guardias de seguridad. Jadeaba violentamente, dando bandazos a ambos lados de las aceras, como si mi equilibrio se hubiese marchado de vacaciones. El ser escalofriante que me perseguía, no era ninguno de los que habían protagonizado mis visiones. ¿Cómo me habían encontrado? Era muy difícil saber donde buscarme, puesto que tenia mucho cuidado en no llamar la atención. Las escasas fuerzas que tenia me hacían las cosas mas difíciles, y solo pasaba por mi cabeza, si este hombre seria mi verdugo o por el contrario solo venia para llevarme con mi padre y que al fin cumpliera con su gusto, el de aniquilarme por completo. Que vida más desgraciada que tenía.

Seguí corriendo sin descanso, con mi pequeña mochila pegada a mi espalda, intentando no caer de bruces entre mis patosas zancadas. Y justo cuando me acercaba ya a mi meta, justo cuando solo tenia que adelantarme unos insignificantes metros, doble la ultima esquina, y allí frente a la puerta de los policías del aeropuerto, y sin que ninguno de ellos reparara en mi presencia, una mano me retuvo, agarrando con fuerza mi brazo.

Me dio la vuelta para quedar frente aquel aterrador ser.

_ No debes correr, no te servirá de nada. Tienes que venir conmigo, puedes escoger hacerlo por las buenas o si no…._

Pero aunque su voz me dejara aturdida y tenerlo tan cerca fuese en cierta manera asfixiante, no pude dejar de revolverme entre sus brazos. Intente pedir ayuda, gritar con todas mis fueras, para que aquellos despistados uniformados me oyeran y acudieran en mi auxilio, no pude, mis palabras quedaban ahogándose dentro de mi garganta.

_ Vaya querida Violette, al parecer tendrá que ser por las malas, no tengo mucho tiempo para llevarte hasta él, así que…_

Y acerco su boca a la mía, sin rozarme siquiera exhalo su aliento sobre mis labios y como si de cloroformo se tratara, caí en un profundo sueño, perdiendo el conocimiento y dejándome llevar por esos brazos fuertes y musculosos.



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Bueno aqui el primer capitulo de esta historia, espero que os haya gustado tanto como el primero. Ok, reconozco que quizas no sea tan intenso, pero no puedo revelar todos los secretos en las primeras lineas ¿no?

Y aqui un regalito para los que no lo hayan visto todavia

Las fotos de nuestros personajes, en este enlace

PERSONAJES

Ire agregando mas conforme la historia vaya avanzando y estos aparezcan.

Un beso para todos y ya lo sabeis
Os adoro mis chicos

Irene

martes, 19 de octubre de 2010

Una vez alguien sabio me dijo



Una vez alguien sabio me dijo


Una vez alguien sabio me dijo
que el amor, la pareja
y la unión se acaban
cuando uno de los dos
antepone sus prioridades sobre el otro
cuando uno piensa mas en lo que él necesita
en vez de lo que precisa su par su igual

Una vez alguien sabio me dijo
que cuando una disputa
no va seguida de una placentera reconciliación
es porque el tema a discutir
no es un simple hecho ocasional
un momento casual
si no que el no zanjar del todo la cuestión
hace una balsa de infelicidad
sobre la que es muy difícil fluctuar

Una vez una persona sabia me dijo
que cuando uno busca sin encontrar
las manos del otro en la oscuridad
cuando uno solo recibe egoísmo
a cambio de dedicación total
es cuando el amor, la pareja
y la unión se han de acabar


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Ya lo se, no digan nada, es muy triste, pero es que yo a veces soy asi, ajajajaj
Pero prometo que el proximo relato que publique sera mas alegre
Un beso para todos
¿Ya dije que los amo?

Irene

unos premios especiales

Pues aqui unos premios que son muy importantes para mi
No he podido hacer la celebracion que queria con mi blog, al conseguir esos maravillosos 100 seguidores, ahora 101, ajajjaja
porque mi tiempo me lo impide, pero mi hermana del alma mi Karol, me hizo este premio fantastico, ella siempre esta tan pendiente de mi, que me siento culpable por no poderlo estar yo de ella lo suficiente
pero ya sabes que te quiero con todo mi alma ¿lo sabes verdad?
gracias Karol, quizas no ahora pero pronto celebrare como Dios manda esos 101 seguidores



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Y estos tan maravillosos me los dio mi querida Citu de su blog "enamorada de las letras" cariño que te quiero mcuhisimo, gracias por acordarte de mi siempre
un besazo


domingo, 17 de octubre de 2010

Un meme terrorifico



Reglas del Meme:
1- Contesta el meme y coloca la imagen en un post.
2- Agradece al Blog y la persona que te lo otorgo.
3- Entregaselo a 10 Blogs con los que lo quieras compartir y avisales para que lo recojan.

1- ¿Disfrutas de leer libros de Terror, por qué?
Pues vaya problema con este meme, porque los libro de terror no son lo mio, pero si tubiese que decir algo similar al genero, diria que el suspense, mezcla de asesinatos y demas serian mis predilecciones

2- ¿Cuál es tu libro de Terror favorito?
Diez negritos de Agatha Cristie

3- ¿Cuál es tu personaje de Terror favorito (vampiro, hombre lobo etc,) y por qué?
Esta si que es facil y evidente, pues supongo que Edward Cullen, aunque mucho miedo no da. Ok, dire que por ejemplo una pelicula de Fredy Kruger es imposible que la vea, me cago viva, el es mi Nemesis, que infancia mas marcada por el cabron ese

4- Tu autor de Terror favorito es...
Ya dije que no leia mucho terror, pero aunque sea de suspense y tal , dire Agatha Cristie

5- ¿Cuál es el libro de Terror que más te descepcionó y por qué?
Verdaderamente no me decepciono porque no he podido pasar de las primeras 200 paginas, pero Un saco de huesos de Stephen King. Es que con tanta descripción no puedo, diez años de libro y solo cuenta como un hombre va por la calle, uuuffff

6- ¿Cuál es tu escena de Terror favorita?
normalmente las puertas que chirrian, cuando sabes que la va a coger, que esta muerto/a, que no tiene escapatoria y que como no es el protagonista, de seguro que no la salva ni Dios, Madreeeeeee, que canguis

7- Un libro de Terror que crees que todo el mundo debe leer.
Pues es comico, porque creo que hasta yo deberia leerlo, jajajaj, It del señor King, prometo poner interes y hacerle un huequito en mi vida

8- ¿Cuál fue el primer libro de Terror que leíste?
¿libro? No se, supongo que Diez negritos, aunque ya dije que de terror terror no era, ajajjaajaj

9- Cuentanos la maxima situación de Terror que has vivido.

Cunado era pequeña me paso algo un tanto inquietante y terrorifico con una muñeca, pero no os contare los detalles, ajajajajajaj (es que estoy loca de remate)

10- Bonus: Tu Película de Terror favorita es...
El resplandor es una de mis peliculas favoritas y 28 dias depuse tambien, los zombies me chiflan, ajajajajajja

Gracias mi karol por este maravilloso meme, eres mi cielo personal, te quiero mi vida
Y gracias tambien e Bonnie, que tambien me concedio este meme, te quiero mucho cariño

Y se que tenia que nominar a 10 blogs para este meme, pero tengo un problemilla de tiempo y espacio, ajjaja asi que con el permiso de mi niña Karol y Bonnie que se que no les molestara, se lo otorgo a todos y cada uno de mis seguidores, lectores y amigos, os adoro a todos
Gracias por siempre estar ahi

Protagonistas de "Sicario del infierno"

Aqui teneis unas portadas de mi nueva historia "Sicario del infeirno"
Ademas de las fotos de los protagonistas y los nuevos personajes que vayan apareciendo en la historia
poco a poco y segun vayan apareciendo, ire incorporando mas fotos a esta entrada
Y ahora solo me queda desearos que vuestra imaginación y curiosidad haya quedado satisfecha con estos bonitos rostros, ajajjajajajj
Un beso para todos

PORTADAS








OWEN JOHNSON



VIOLETTE STANDFORD



MATT SAYERS


                             


RYAN HALLEN





OPERATOR


Aqui unos cuantos premios

Aqui os trigo unos cuantos premios que me han concedido en estos dias que por desgracia he estado tan ausente, siento no haber publicado mas seguido, pero las cosas en mi trabajo se me han complicado.

Este primero tan bello y maravilloso es de mi niña Angy, siempre son asi de tiernos y bonitos, y es que reflejan como es ella sin duda
Cariño te quiero muchisimo, nunca me faltes

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Y aqui uno que me hizo muchisima emocion, porque esta dedicado exclusivamente para mi, millones de gracias Bonnie, eres la mejor, y aunque se que te lo digo hasta la saciedad, te lo repito, te quiero muchisimo mi vida
Miren que premio mas bien echo, gracias Bonnie


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Este ultimo es de mi reina de oro, ella es pura dulzura y siempre ha sido una persona muy fuerte
Gracias por acordarte de mi en el dia de la madre de tu pais, bueno aunque aqui en España no sea hoy, me siento como si asi fuese por haber recibido este fantastico premio, y es que ¿no somos madres todos los dias? jajajajajajaj
gracias mi Erzengel que te quiero millones


lunes, 11 de octubre de 2010

Sicario del infierno

Aqui mi relato que participa en el concurso "Bellas y Bestias" de Karol Scandiu, espero os guste y me dejeis vuestras opiniones sobre el.
Pasad por el concurso para poder leer el resto de maravillosas historias que participan, de verdad que no os arrepentireis, no creo haber conocido otro concurso que albergara tanto talento como este.
Pincha en la imagen de la cabecera del blog para acceder a el.
Ahora si, aqui mi aportacíón:








Sumary: Un demonio expulsado del infierno, acabara vagando por la tierra durante décadas de frustración, hasta encontrar el trabajo perfecto. ¿Cómo aprovechar su don y sus fuerzas frente a los humanos? Las mafias de todo el mundo terminaran por reconocer su nombre como el mejor profesional de todos los sayones, y contrataran sus servicios a cambio de inmunidad y sangre.

Nombre mortal- Owen Johnson

Estatus en su raza- Demonio Predecesor

Cometido en la tierra- Asesino a sueldo “Sicario”




Sicario del infierno


Prologo

El líquido rojo resbalaba por mis antebrazos sin control, y como en estos momentos deseaba poderme alimentar de otra forma y manera, acaso no era una grotesca escena mi forma de ingesta.

Después de tantos años en la tierra, más de sesenta, todavía odiaba violentamente acabar hecho un desastre después de cada comida. Los demonios como yo, solo podíamos hacerlo de una manera, la sed no se calmaba si no bebíamos directamente del corazón, y ese maldito estaba bien protegido por piel, músculos, y huesos, por un cuerpo que se obstinaba en emanar líquidos y vísceras que manchaban todo a su paso.

Esta última victima no me había dejado satisfecho, su edad era algo mayor a lo que me gustaba probar, en la adolescencia de los humanos era donde se encontraba la esencia de su sabor. Pero un hombre de setenta y seis primaveras no había sido ni con mucho mi mejor banquete. Su corazón casi lánguido y su fuerza ausente, que para poder bombear la sangre por los torrentes sanguíneos, debía casi pedir permiso con espasmos monocordes.

Eso me decía que no podría aguantar los cinco días que otras veces conseguía de tregua, hasta que la sed se volviera de nuevo insufrible.

Deje de pensar en ello, mientras con tranquilidad hundía el cuerpo en el río, y con esa acción también limpiaba un poco de la carnicería, restregando mis brazos en las gélidas aguas para quitarme al fin esa sensación de suciedad. Con mis años pasados en la tierra me había vuelto muy pulcro, y eso no me gustaba, ¿en que momento dejaron de importarme mis principios, para convertirme en un simple escrupuloso asalariado?

Pero era fácil mi trabajo, era algo que salía solo, y ni siquiera me importaba si las personas que debía matar se lo merecían o no, para mi al fin y al cabo no eran mas que simples almuerzos, solo que debía buscarlos por medio mundo, y esto tampoco era mucho problema, una vez almacenado su olor en mis ficheros mentales, su rastro parecía brillar como luz de alarma a su paso, haciendo que mis proyectos no duraran mas de dos días, y eso ya era mucho tiempo.

Mi vida pasada era difícil de explicar, fui expulsado del infierno ni mas ni menos que por el mismísimo Diablo, Lucifer, Satán, Demonio o como leches le llamaran aquí los ignorantes humanos, pero en realidad aquel del que con tal osadía y atrevimiento pronunciaban su nombre en vano, se llamaba “Operator” significaba en muchos idiomas “El creador”, y es que justamente eso era, la humanidad se había empecinado en creer a pies juntillas que existía un Dios, y que este era el culpable de que todos existieran, el creador del mundo, pero esto no era del todo cierto, en un principio mi Jefe, mi padre por así decirlo, fue “El creador” del universo, desplazando su rabia contra el espacio y creando una inmensa eclosión que hizo que todo se “creara” por así decirlo, para después de írsele de las manos viniera ese tal Dios pagano y se adueñara del proyecto inconcluso, así fue como sucedió, pero claro esa parte los libros y biblias no la recogían, porque dar el reconocimiento de una existencia de humanidad al mismísimo “Operator”, era mucho para sus obtusas mentes mortales, así que solo quedo en el olvido y desterrado por el vigente “Dios” a los infiernos, por no ser lo suficiente fuerte para volver a su trono y echar del puesto al ahora usurpador Todopoderoso Señor Dios.

Mi antiguo jefe, empezó entonces una lucha que todavía hoy sigue alzada, contra el implacable Dios celestial. Para sufragar esa debilidad que en su día le hizo sucumbir, creo un ejército de seres fuertes y poderosos, un ejército de batalladores, compuesto por niveles de rango y sucesión.

El primero por supuesto y obviamente era él, el “Operator” mandamás y Señor de todo poder, que con un movimiento de su mano podía devastar a todo el que se pusiese por delante, exceptuando claro esta a los “Divinos”, emisarios de Dios, Ángeles se les llamaba vulgarmente por los habitantes de la tierra.

La siguiente línea de sucesión al “Operator” estaban los “Predecesores” entre los que yo me encontraba, yo era un Demonio Predecesor, y en ciertos casos éramos los mas fuertes, no en fuerza física si no en don y poder, variaban según el individuo, y yo había sido y era el que mas dones y poderes tenia, aunque no fue por esto que me expulsaron del averno.

Nos seguían muy de cerca los “Buscadores” eran demonios de la noche, solo podían mostrarse en esas horas de oscuridad y su misión como su nombre indicaba era la de buscar, cualquier cosa, desde demonios, Divinos, o simples humanos, aunque su apariencia los delataba, así que no solían venir mucho por la superficie, ya os contare mas adelante cual era su extraño y al tiempo bello aspecto.

Y por ultimo y muy al fondo de la cadena de mando, sin gota de cerebro estaban los “Destructores”, demonios que su única misión era la de destruir todo a su paso, eran los mas fuertes, pero también los mas estupidos, y estos si que tenían una apariencia digna de mención, horribles y deformes, repulsivos para ojos no solo humanos, incluso al resto de los demonios no nos hacia gracia contemplarlos. Y así terminaba la estirpe que nuestro mundo, con cuatro categorías y un solo brazo de mando, donde la dictadura predominaba y si sacabas un ápice los “pies del tiesto” (frase acogida de mis años en la tierra) te cortaban la cabeza o como a mi te desterraban por ultraje.

Y como buen Predecesor que era, mis dones me hacían el trabajo muy fácil.

El sobre con el siguiente caso, había llegado a mis manos tan solo hacia un par de horas, y aunque no tenia prisa por cumplir el nuevo trabajo, el recordar lo ingrata que había sido mi anterior victima con respecto a su insatisfactorio sabor, me hizo coger con rapidez el contenido de aquel correo.

Era una mujer, joven, y ese pequeño dato me hizo sonreír con anticipación, ya podía relamerme el sabor de sus latidos en mi garganta, calentando el cuerpo gélido que siempre me acompañaba. Aunque mi temperatura corporal en cualquier termómetro de clínica, marcara unos anómalos cuarenta y dos grados, en realidad mi interior era frío, o así al menos lo sentía yo, exceptuando las horas posteriores a mi alimentación, en el que la sed aplacada y el regusto en mi boca, me dejaban calido por dentro.

“Violette Standford, veintiún años, nacida en Queens, New York, Estados Unidos, hija del magnate y mafioso Edmund Standford”

Ya conocía ese nombre y no era la primera vez que trabajaba para el, y me sorprendió que el propio padre de la chica quisiera que ella muriese, que quisiera matarla, pero mi trabajo no era cuestionar el porque de las peticiones, sino cumplirlas y punto. Y así tener mi dosis de no solo dinero y entretenimiento, si no el siguiente corazón que llevarme a la boca.

Como siempre en el sobre habían varias cosas agrupadas, la documentación de la victima, unas veces mas completa que otras, pero eso no era realmente importante, una lista detallada de cómo querían que acabara con ellos y que hacer después con el cuerpo, y la mayoría de las veces era algo que no cumplía a rajatabla, porque yo tenia mejores cosas que hacer con el cuerpo y la forma de matarlo de lo que me podían haber ordenado, y por ultimo una prenda o pertenencia de la victima, y eso si era verdaderamente importante, puesto que gracias a su fragancia y tacto podía encontrar, acorralar y terminar con ellos de inmediato.

Pero esta vez el sobre era diferente, tenía un papel doblado y sellado muy a conciencia, con la letra perfectamente clara del señor Standford, donde al leer no pude más que dejar salir la furia de mi cuerpo, enrojeciendo instantáneamente, acumulando una cólera devastadora.

¿Cómo se atrevía a mandarme un cometido como ese?

Por supuesto que no lo cumpliría, no, eso lo tenia claro, si el maldito mafioso había pensado en que yo pudiera hacer algo así, estaba muy equivocado.

Cogi el sobre y metí todo dentro de el sin cuidado, incluso ignore el aroma de la prenda que había en el, para aventarme contra la puerta de salida de mi apartamento, y coger el coche en busca de las oficinas del miserable en cuestión.

Hasta este momento nunca había rechazado un trabajo, puesto que todos para mi eran sumamente fáciles, pero esta vez seria la primera, no lo llevaría a cabo bajo ninguna circunstancia, eso se lo dejaría claro al Señor Standford.

Pase a su oficina como un torbellino y ni los de seguridad ni las secretarias intentaron en ningún momento parar mi avance, (gente lista), y di una patada a la puerta de su despacho, haciendo que unos tres hombres que se encontraban dentro de este saltaran de sus sillas como resorte.

_ ¡¡¡Ni pienses que voy ha aceptar este trabajo!!!_ dije en un tono de voz que hizo temblar las paredes

_ Por favor salgan de mi despacho, tengo que hablar a solas con el caballero_ dijo Edmund con una evidente congoja en su voz

Le temblaban las manos y parecía no coordinar sus movimientos, mientras que con la mirada me suplicaba que tuviese paciencia en espera a sacar el tema cuando todos hubiesen abandonado la sala.

_ Siéntese y hablaremos con calma Sr. Johnson_ me dijo señalando el sillón frente a el para que tomara asiento

_ Toma tus papeles y le das el trabajito a otro, yo no pienso participar en eso, te equivocaste de persona completamente_ dije ignorando su invitación y con furia contenida

_ Piénsalo Owen, puedes ganar mucho con esto_ dijo intentando sonar enérgico, pero el sudor de su frente lo delataba

_ Ni lo pienses, no tienes nada que yo necesite, pero yo si tengo algo que tu no puedes dejar escapar, tu vida en mis manos, con un solo movimiento estarás yaciendo en el frío suelo_ le dije aventándole el sobre a la cara

_ Solo déjame explicarte, solo serán un par de cosas sin importancia, para ti será coser y cantar, habrás terminado en tan solo una semana_ decía ahora hundido en el sillón por el terror

_ ¿Una semana?, al parecer no sabes que yo siempre cumplo mis trabajos en cuestión de horas no días gilipollas_ y es que hasta me ofendí por lo estupido de su afirmación

_ Solo has de encontrar a mi hija, y vigilarla unos seis días, para luego entregársela a uno de los tuyos, eso es todo, ni siquiera tendrás que matarla, es fácil, no veo el problema_

_ Claro que no ves nada, eres un simple cordero en boca del león, no eres nada. Pero es que no solo me incomoda hacer de niñera, si no que no pienso tener contacto con ese que dices que es de los míos, otro sicario. ¿Por qué no le dices a el que la busque?_ y dije esto con dolor en el pecho

_ Si en algo le conoces, sabrás que el no tiene el don que tu, el no encontraría ni un elefante encima de este escritorio, para ese trabajo no vale, además mi hija es especial, ella tiene una especie de…. anomalía, ella es una…. vidente por así decirlo, así que no será tan fácil capturarla, al ver mis intenciones, escapo, ahora podría estar en cualquier parte del mundo y tu eres el único en el que puedo confiar. Y lo de la semana es por que al que debes entregársela esta “fuera” ahora, o al menos eso me dijo, no se a que se refería porque al parecer no era al extranjero_

Pero yo si sabia donde estaba, él, Ryan Hallen, estaba abajo, con el “Operator”, el cumplía sus ordenes al tiempo que hacia de agente doble y le engañaba, por eso acercarse a èl no me hacia ninguna gracia, mi vida era muy sencilla como para meterme en ese tipo de asuntos sin motivo.

Ni sabia, ni quería saber como este hombre daba a su hija al monstruo al que se la iba a entregar, porque esa sentencia era mucho más cruel que la de la muerte, la pobre muchacha sucumbiría en el mayor y mas desgarrador tormento que pudiera existir para un humano.

_ Ya te he dicho que ¡¡NO!!_ grite y me di la vuelta para salir de allí antes de terminar con la vida de aquel mal nacido

_ ¿Ni siquiera por la “Daga Capital”?_ susurro

_ No sabes de que hablas_ dije volviendo de nuevo mi cuerpo a cámara lenta y sorprendiéndome por que aquel hombre conociera ese nombre

_ Se que ese cuchillito esta muy cotizado y será tuyo si cumples con tu parte del trato_ dijo esto sacando del sobre un trozo de tela morado

Parecía una especie de blusa femenina y me la tiro a la cara, haciendo con ello que el olor y perfume de la prenda me golpeara en el olfato como si se tratara de un puñado de cristales, arañando mi mente. El aturdimiento me hizo perder el sentido, me quede inmóvil y aturdido, ese olor, una fragancia que ahora ya no podría ignorar, me había golpeado con tal brusquedad que pasaría el resto de mi existencia inmortal buscando a la culpable de mi aturdimiento, a la dueña de la esencia mas atrayente y suculenta que había sentido en mis mas de 1650 años como demonio.

Sin querer mi mente ya había aceptado el maldito trabajo.

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¿Que tal?
Bueno espero os haya gustado

Un beso y como siempre os digo
Os quiero con locura mis chicos

Irene